¿Es posible tener caries debajo de una corona dental? ¿Y en los dientes que soportan un puente?
Es cierto: eso de «corrupción bajo la corona» suena a título de novela de intrigas palaciegas más que a otra cosa. Pero, a la hora de describir el tema que vamos a tratar hoy, no se nos ha ocurrido una manera más gráfica y clara de reflejar a que nos referíamos.
A la hora de colocar una corona sobre un diente ya preparado para recibirla, ésta debe ajustarse perfectamente.
De hecho es fundamental que sea así porque, si bien la corona no puede verse afectada por una caries dental, no ocurre lo mismo con el diente natural que le da soporte.
En este artículo hablaremos, en todo momento, de coronas o puentes colocados sobre piezas dentales, y no sobre implantes. Y es que, en el segundo caso, no existe diente natural que pueda cariarse y, por lo tanto, están exentos de este riesgo.
Caries debajo de una corona o un puente dental
De manera habitual, los dentistas recurren a la colocación de una corona cuando ha habido una gran destrucción de la estructura del diente por encima de la línea de la encía.
Es un tipo de restauración dental a largo plazo y, si se realiza adecuadamente, puede incluso ser tan resistente como el diente natural y asegurar la pervivencia de la pieza dañada.
Algunos pacientes creen erróneamente que, al no ser visible el diente natural que sirve de soporte a la corona o al puente, se encuentra «protegido» ante los eventuales ataques de las bacterias que provocan la caries.
Sin embargo, esta creencia es completamente falsa. Y es que, bajo la línea de las encías, el diente natural sigue teniendo la misma posibilidad de padecer una caries que el resto de piezas dentales.
En algunas ocasiones, pueden producirse una filtración de bacterias en una corona o un puente dental. Es en estos casos en los que, eventualmente, acabarán por atacar al diente que sirve de soporte para la prótesis dental.
Las coronas -ya sean de cerámica, de porcelana u otros materiales- y los puentes dentales no suponen una protección total frente a la afecciones de lesiones cariosas.
Por esta razón, las caries bajo estas prótesis dentales se forman alrededor de los bordes de las mismas.
¿Cómo quitar una caries debajo de una corona dental?
En estos casos, es vital asegurar un tratamiento rápido de la lesión cariosa para evitar que ésta siga avanzando y termine provocando la caída del diente natural.
Por este motivo, la única manera de atajar su afección es quitar la funda o el puente de la pieza que padecen la lesión cariosa y eliminar el tejido dañado.
Una vez eliminada la caries, se realizará una nueva prótesis y se cementará sobre el diente sano.
Este tratamiento es mucho menos invasivo que recurrir a la extracción de una pieza dental y a la posterior colocación de un implante. Sin embargo, sólo es viable en caso de que el diente que sirve de soporte no haya visto mermada de manera cuantiosa su estructura.
¿Cómo evitar caries debajo de una corona o un puente dental?
Los dentistas no nos cansamos de decirlo: contra la «corrupción», prevención.
Y es que la manera más sencilla de evitar tener una caries bajo tu corona es poner especial atención a tus rutinas de higiene dental.
Por este motivo, es vital que te cepilles los dientes tras cada comida -es decir, de 2 a 3 veces al día- para evitar la acumulación de bacterias en la boca. No olvides incidir, además, en los bordes de la corona -es decir, en la zona en la que está pegada al diente-.
Además, el uso de seda dental o el irrigador bucal -waterpik- es prácticamente obligatorio para mantener las prótesis en buen estado.
Por último, no dudes en preguntar a tu dentista sobre instrumentos o técnicas específicas de limpieza oral que puedan ser aún más adecuadas si llevas coronas o puentes dentales.
¿Cuándo y por qué hay que cambiar una corona?
Puede ser que, eventualmente, una corona se salga de su sitio. Si hemos sido diligentes con lo recomendado en el paso anterior, esto ocurrirá muchos años después de que hubiera sido colocada.
Pero dejando de lado colocaciones incorrectas, traumatismos por fractura o daños derivados de padecer bruxismo, lo cierto es que, en el caso de las coronas, éstas son reemplazadas más por su éxito que por otra cosa.
Y es que éstas, a diferencia de los dientes naturales, mantienen su color inicial intacto. Sin embargo, tus piezas dentales se irán oscureciendo con el paso del tiempo y la ingesta de determinados alimentos o malos hábitos como, por ejemplo, fumar.
Por ello, no queda nada estético tener una pieza de un tono más claro que el resto de los dientes. Y éste suele ser el motivo por el que las coronas suelen reemplazarse.
Otro de los motivos más comunes es que las encías pueden ir poco a poco retrayéndose, bien por la afección de enfermedades periodontales o, por ejemplo, por un cepillado demasiado agresivo.
Por este motivo, con el paso del tiempo es posible que quede visible la unión entre el diente natural y la corona, que anteriormente quedaba oculta bajo la línea de las encías, y haya que cambiar dicha prótesis.
Por último, una caries situada debajo de una corona hace necesario su reemplazamiento. Y es que estas lesiones avanzan rápidamente y, por ello, es vital actuar cuanto antes.
A este respecto, debes saber que las coronas cerámicas poseen una ventaja frente a las de metal-porcelana: al no contener componentes metálicos, facilita la detección de caries en estados iniciales.
Como ves, tanto los dientes naturales como aquellas piezas que sirven de soporte a una corona o puente dental pueden padecer caries dentales.
Las caries bajo estas prótesis constituyen uno de los principales fallos de estos tratamientos. Por ello, una detección precoz en los bordes de la corona reducirá la gravedad de su afección y permitirá a los odontólogos mantener sana la pieza afectada.
Unas rutinas de higiene adecuadas y respetar todas las revisiones pautadas por tu dentista pueden ser muy factores muy beneficiosos a la hora de mantener tus coronas en perfecto estado.