¿Alguna vez has pensado que tal vez no estés limpiándote correctamente los dientes? ¿Tienes dudas sobre cómo limpiar los dientes?
Por mucho que después de cada comida procedas a la limpieza de tus dientes, es posible que las técnicas que utilices no sean las correctas. Y si esto es así, los perjuicios podrían ser mayores que los beneficios que produce una correcta higiene dental.
Si no te limpias bien los dientes, con el tiempo tus encías sufrirán las agresiones de las cerdas del cepillo y tus dientes se volverán más sensibles al calor o al frío, además de perder su apariencia saludable.
Por eso es muy importante que sigas los consejos que te daremos en este post. Serán tu guía paso a paso para aprender a limpiarte los dientes para toda la vida.
¿Para qué sirve limpiarse los dientes?
La función básica del cepillado de dientes es la eliminación de la placa bacteriana y los residuos alimentarios que quedan depositados tras la ingesta de comidas en las caras externas e internas de los dientes.
La placa o biofilm oral es la principal causante de enfermedades que afectan a las encías. Al tratarse de una película bacteriana invisible, la gente no le da la suficiente importancia.
Pero si no se retira a tiempo, en unas cuantas horas se endurece y puede convertirse en sarro (para combatirlo es necesario acudir a un odontólogo).
Por eso es conveniente, junto con el uso de cepillos dentales adecuados, la utilización de sedas dentales que completen la total limpieza.
Cómo limpiar los dientes: guía paso a paso
1. El hilo dental: evitando las caries
Antes de cepillarte los dientes, es conveniente utilizar el hilo dental. Se consigue una mejor limpieza, con lo que se evitan con mayor intensidad la aparición de caries y de enfermedades periodontales.
Con el hilo dental se trata de eliminar la placa y los residuos que quedan tras las comidas, especialmente en los bordes de las encías, que es la zona en la que suelen formarse las caries.
- Corta un trozo de más o menos medio metro de seda dental.
- Envuelve ambos extremos de hilo alrededor de los dedos medios de cada mano, manteniendo el hilo en tensión con una distancia entre ambas manos de 2 o 3 centímetros.
- Introduce la seda suavemente entre los dientes con un movimiento de sierra hasta llegar a tocar la encía.
- Una vez que contacte con la encía, se curvará la pequeña porción de hilo tenso tomando la forma de una letra C contra cada diente. Entonces se debe deslizar con cuidado en el espacio ubicado entre el diente y la encía hasta que se encuentre algo de resistencia.
- La eliminación de placa bacteriana y de restos de comida se produce cuando se frota el hilo contra los dientes.
Repite esta operación en cada espacio interdental para efectuar una correcta limpieza de placa bacteriana.
2. El cepillo interproximal: limpiando los espacios entre dientes
El cepillo interproximal es un pequeño cepillo que se utiliza para limpiar correctamente los espacios que quedan entre los dientes, cuando estos se encuentran más separados de lo normal y el hilo dental pierde efectividad.
Existen distintos tipos y tamaños de cepillos interproximales en función del espacio que haya que limpiar.
Veamos cómo tienes que utilizarlo.
- Introduce el cepillo en el hueco holgadamente. Para saber cuál es el cepillo adecuado tienes que tener en cuenta que deben ser los filamentos –y no el alambre– los que contacten con las caras internas de los dientes.
- Muévelo desde dentro hacia fuera sin realizar rotaciones.
3. El cepillado de dientes: ¡a cepillarse!
Mediante el cepillado de las caras interiores, exteriores y de masticado de todos los dientes y muelas, terminarás de limpiar la zona de masticación de la boca.
Solo necesitas seguir estos 5 pasos.
- Coloca el cabezal del cepillo sobre los dientes con un ángulo de 45 grados respecto al plano de los dientes. Las cerdas del cepillo deben situarse sobre el punto de contacto entre los dientes y las encías.
- No debes frotar con fuerza, ya que realizas cepillados demasiado fuertes durante años puedes producirte una retracción de las encías. El movimiento del cepillo debe ser suave, con masajes circulares sobre las dos caras de los dientes, hacia arriba y hacia abajo.
- Limpia las superficies de masticación situando los filamentos del cepillo sobre las mismas y moviendo el cabezal horizontalmente.
- El cepillado de los dientes debe durar más de dos o tres minutos.
Cada semana es conveniente invertir el orden que se sigue durante el cepillado.
Casi todo el mundo tiende a realizar siempre el cepillado de un mismo modo y en un mismo orden, con lo que habitualmente se quedan partes sobre las que se profundiza menos (incluso algunas no se llegan nunca a limpiar).
Cambiando semanalmente el patrón habitual de limpieza obtendrás mejores resultados.
4. La limpieza de la lengua: el toque final
Muchos pacientes desconocen que la lengua es la zona de la boca en la que mayor cantidad de bacterias se depositan.
Si no se limpia correctamente, las bacterias se descomponen y producen mal aliento. Por lo tanto, durante la limpieza de los dientes no debes olvidarte de esta zona y debes seguir este procedimiento:
Recuerda que muchos cepillos de dientes disponen en el reverso de un limpiador de lengua. En caso de que tu cepillo no lo tenga, deberás adquirir uno.
- Se debe empezar por la parte central de la lengua. Saca la lengua e introduce el limpiador lingual hasta la zona más lejana de la misma.
- Frota el limpiador sobre el centro de la lengua en dirección a la parte delantera de la boca. Es probable que esta acción provoque arcadas los primeros días, si se aprieta excesivamente la lengua. Pero esta sensación desaparece en cuanto te acostumbras a hacerlo regularmente.
- Tras cada pasada con el limpiador es acláralo con agua para eliminar bacterias y residuos.
- Los laterales de la lengua se limpian con la cara lisa del limpiador.
Enjuague con colutorios
La higiene bucal no estaría completa si, tras estos pasos, no realizas un profundo enjuague con un colutorio antiséptico.
Lo normal es introducir en la boca una cantidad aproximada de unos 5 ml. de líquido y realizar gárgaras y movimientos del líquido por todo el interior de la boca durante al menos 30 segundos.
Para que no se pierda su acción antiséptica, salvo que específicamente se señale, el producto no se debe diluir con agua.
¿Qué productos debo de elegir para mi cepillado de dientes?
Existen multitud de productos distintos en el mercado, muchos de ellos específicos para determinadas dolencias o enfermedades odontológicas.
Es muy conveniente que sea el propio dentista el que te recomiende la pasta de dientes, tipo de cepillo o colutorio más adecuados a tu morfología y patologías habituales.
¿Te ha quedado alguna duda sobre cómo cepillarse los dientes?
Si vives o trabajas en la zona de Alcobendas y San Sebastián de los Reyes, no dudes en pasarte por nuestra clínica Avodent para resolver cualquier duda o consulta que tengas que hacernos sobre el cepillado de dientes.
Estaremos encantados de atenderte y ayudarte a aprender cómo limpiar los dientes también en el 91 654 17 13 o en nuestro formulario de citas online.