Existen determinadas dolencias que asustan más a los pacientes. Una de las que podríamos categorizar como de las que más alarma causan es la fístula dental.
De hecho, cuando a un paciente le comunico que ésa es la causa de sus molestias, su cara de preocupación suele ser un poema.
Por ello, en este artículo quiero explicarte qué es una fístula dental, cuáles son sus posibles causas y si debes preocuparte o no tras su aparición.
¿Qué es una fístula dental?
Una fístula dental es un pequeño bulto que aparece en la encía. En él, encontramos una apertura a través de la cual supura pus -es decir, un líquido consistente de tonalidades blancas o amarillas-.
Las fístulas responden, por lo tanto, a procesos infecciosos de causa diversa. Entre sus orígenes, que detallaremos más adelante, se encuentran las caries extensas o la erupción de las muelas del juicio.
Aunque en la introducción explicaba que la apariencia de la fístula —así como su denominación—, solían causar alarma en casi todos los pacientes que la sufren, también hay un pequeño porcentaje de “pasotas” o temerarios.
Éstos piensan que la fístula dental es una forma natural de combatir la infección y que, por lo tanto, no es necesario acudir al dentista.
Esta creencia es absolutamente errónea y puede tener graves consecuencias para la salud general. Por ello, si éste es tu caso, te recomendamos visitar a tu dentista de confianza para que frene y elimine el proceso infeccioso.
Principales causas de la aparición de fístulas dentales
Las fístulas dentales se deben entender como una señal exterior de que existe una infección en la encía. Pero antes de atajarla, el odontólogo debe saber cuál es el motivo de este proceso infeccioso.
Entre las causas más habituales, cabe destacar:
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Caries: En caso de caries muy extensas -ya sea en las muelas o en otras piezas dentales-, puede llegar a producirse una infección en la raíz de la pieza. Es en este momento en el que la acumulación de pus tiende a intentar drenarse por la zona blanda de la encía. En este caso, emerge una fístula -generalmente en la zona gingival próxima al diente lesionado-.
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Endodoncia mal ejecutada: en ocasiones, una endodoncia mal practicada puede originar una infección que se manifiesta a través de la formación de una fístula dental.
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Periodontitis: las enfermedades periodontales en estado avanzado pueden generar procesos infecciosos en las encías. De esta manera, es habitual la formación de fístulas o abscesos en la zona.
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Muelas del juicio: si se produce infección en las muelas del juicio, generalmente a causa de una erupción compleja, es posible que ésta se manifieste con la aparición de una fístula próxima a la muela infectada.
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Traumatismo en un diente de leche: los niños tienen tendencia a darse golpes de manera accidental en la boca. Estos traumatismo en los dientes pueden provocar la aparición de infecciones varios días después del impacto. Y esa infección hará que la fístula aflore en la encía. Además, cabe destacar que los fuertes golpes en los dientes también son una causa frecuente de la aparición de una fístula en pacientes adultos.
Diferencias entre fístula y flemón
Antes de explicar en qué zonas aparecen con más frecuencia las fístulas, quiero que conozcas cuál es la diferencia entre una fístula y un flemón:
La fístula se distingue por contar con una vía de salida para el pus. De esta manera, el absceso puede drenarse debidamente y, por lo tanto, no suele manifestarse con mucho dolor ni molestias.
El flemón, en cambio, es una fístula que no ha encontrado una vía de escape, por lo que el paciente sí acusa inflamación e hichazón de la zona y dolor.
¿En qué zonas de la boca salen las fístulas?
Una fístula suele surgir con mayor frecuencia en la encía, muy cerca del lugar en el que existe la infección.
Pero esto no es una regla absoluta, ya que a veces la fístula se ha formado en una parte del tejido blando alejada de la fuente real de la infección.
Esto significa que los dentistas debemos hacer una profunda exploración —incluso a nivel radiológico— para determinar en qué lugar se está larvando la infección.
Otra zona en la que no es infrecuente que salgan fístulas es en el paladar. Cuando la raíz de los dientes está inclinada hacia éste, es probable que el absceso se abra en el paladar en lugar de en la encía.
¿Cuál es el tratamiento para una fístula dental?
Para conocer cuál es el recorrido exacto de una fístula, se emplea un instrumento denominado gutapercha. La gutapercha es un cono extremadamente fino que se introduce en el conducto de la fístula, de manera que podamos encontrar fácilmente tanto su origen como su morfología.
Además, la exploración radiológica también puede ser útil para comprender exactamente cuál es la causa de la infección y pautar un tratamiento destinado a eliminarla debidamente.
Sin embargo, antes de proceder a erradicar dicho origen, es necesario frenar el proceso infeccioso desatado. Por ello, es habitual que el dentista prescriba un tratamiento a base de antibióticos con los que atacar la infección.
Sin embargo, en caso de que no se erradique la causa de la infección, el tratamiento a base de antibióticos no servirá para nada.
Por eso, una vez que la infección remita y que la fístula disminuya, habrá que atacar el problema de fondo -caries extensas, endodoncia mal realizadas, enfermedades periodontales en estado avanzado, etcétera-.
El tratamiento posterior depende, por lo tanto, de su causa. Y, por este motivo, el procedimiento puede ser muy variado:
Si este absceso es fruto de una caries extensa, habrá que abordar la misma mediante un tratamiento de conductos -o endodoncia-.
En caso de que la fístula se haya producido como consecuencia de una endodoncia fallida, el odontólogo procederá a la realización de una reendodoncia. De esta manera, se intenta salvar el diente natural dañado e impedir la extracción del mismo.
Sin embargo, en algunos casos este procedimiento conservador resulta ineficaz a la hora de restaurar la pieza. Es entonces cuando se hace necesaria la extracción -o exodoncia- de la pieza.
Por último, si una enfermedad periodontal en estado avanzado se encuentra detrás del origen de la fístula, será necesario realizar un tratamiento periodontal destinado a frenar el proceso infeccioso. El odontólogo eliminará eficazmente todos los cúmulos de bacterias presentes en la boca, erradicando la infección y devolviendo la salud a la boca del paciente.
Precio del tratamiento
Tal y como te hemos desvelado en el epígrafe anterior, el tratamiento puede ser muy variado en función de la causa que origine la fístula.
Por lo tanto, el coste del tratamiento dependerá también de su causa y de la complejidad del procedimiento que deba abordar el odontólogo que capitanee el caso.
Las fístulas se pueden evitar con las visitas preventivas al dentista
Como siempre digo, la prevención es fundamental para evitar muchas patologías.
Y es que en las revisiones periódicas de carácter preventivo, podemos detectar cualquier infección latente antes de que muestre la peor cara en forma de fístula dental.
Por ello, los odontólogos no nos cansamos de decirlo: al menos, debes realizar una visita al año a tu dentista para evitar males mayores.
Si te encuentras cerca de la zona de Alcobendas o San Sebastián de los Reyes y quieres acudir a una primera visita gratuita para que nuestro equipo médico valore tu caso, te invitamos a ponerte en contacto con nosotros.
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