¿Sabías que no es ninguna locura acudir con un bebé al dentista? De hecho, los especialistas han adelantado la edad a la que, idealmente, debes llevar a tu hijo al odontopediatra por primera vez. ¿El motivo? La cantidad de afecciones dentales con las que se encontraban los odontólogos en niños de edades muy cortas que, en caso de haber acudido antes al dentista, podrían haberse evitado. Y es que la salud bucodental es muy importante para el correcto desarrollo de la dentadura de los más pequeños. Además, actuando de manera temprana podemos corregir anomalías en el crecimiento de los huesos maxilares más complejas y costosas de abordar en edades más avanzadas.
En este artículo quiero que seas partícipe de todos los beneficios que tiene la prevención en cuanto a la salud oral de los más pequeños. Por ello, quiero explicarte cuándo debes acudir con tu hijo al dentista y qué puedes hacer para que las citas sean tranquilas y agradables para los niños. Además, quiero darte una serie de pautas que colaboran de manera muy positiva a la hora de mejorar el estado de los dientes y encías de tus hijos. ¡Empezamos!
¿A qué edad debes acudir con tu hijo al dentista por primera vez?
Hace años, los dentistas alargaban esta primera cita hasta que el niño tuviese en boca todos los dientes de leche. Es decir, aproximadamente a los 3 años. Sin embargo, a estas edades los dentistas se encontraban, en muchas ocasiones, distintas afecciones dentales. Las más comunes eran las caries de lactante -también conocidas como caries de biberón– o maloclusiones relacionadas con malos hábitos como, por ejemplo, el uso del chupete a edades más avanzadas. Por este motivo, actualmente los especialistas recomiendan esa primera visita cuando el niño cumpla un año. Gracias a esta consulta, pueden establecerse medidas que sirvan para prevenir futuras complicaciones y, de esta manera, evitarlas a tiempo.
¿Cómo será la primera visita del niño al dentista?
La primera visita consistirá en una revisión rutinaria. En ella, el odontopediatra revisará el estado de las encías y de los dientes que hayan erupcionado hasta el momento. Su objetivo es descartar la incidencia de caries dentales. Además, verificará el crecimiento de los huesos maxilares para descartar cualquier anomalía al respecto, y el desarrollo de los dientes de leche que el niño ya presente en la boca. Con este análisis, el especialista podrá descartar también la existencia de algún problema de oclusión relacionada con malos hábitos que pueden evitarse a edades tempranas. Si todo está bien, no hará falta que vuelvas, seguramente, hasta el año siguiente. Como ves, es una cita sencilla que no debe causar ninguna molestia en los más pequeños. Es importante que les transmitas esta idea a tu hijo para que éste acuda lo más tranquilo posible al especialista. A continuación, te doy una serie de pautas para que esta visita se convierta, incluso, en una actividad novedosa y lúdica para los más pequeños.
¿Cómo actuar para que tu hijo acuda sin miedo al dentista?
Sabemos que ir al dentista puede no resultar tu actividad favorita. De hecho, son muchas las personas que padecen odontofobia. Sin embargo, aunque éste sea tu caso, no debes transmitirle esta idea bajo ningún concepto a tu hijo. Y es que, en algunas ocasiones, vemos cómo algunos padres llegan a amenazar a su hijo si se portan mal con “ir al dentista”. En Avodent insistimos en la importancia de tener un buen ejemplo desde casa. Por ello, puede ser positivo que el niño te acompañe, de vez en cuando, a tus revisiones rutinarias para que entienda que acudir al dentista es algo perfectamente normal que no entraña peligro alguno. Además, si quieres que la primera visita del niños al dentista sea lo más tranquila posible, te recomendamos seguir las siguientes indicaciones:
- Intenta escoger una cita a primera hora, de manera que el niño no esté demasiado cansado.
- No entres con tu hijo a la consulta. Sabemos que ésta es la primera reacción, fruto de tu instinto protector. Sin embargo, es importante que el odontopediatra establezca una relación directa con el niño desde el primer día. Y es que, en muchas ocasiones, los más pequeños se portan mucho peor cuando no pasan acompañados al gabinete.
- En caso de que el niño no se haya portado bien en el dentista, los psicólogos recomiendan no castigarle para evitar que asocie estas visitas con un acto negativo. Y, por supuesto, premiarle siempre que su actitud haya sido la adecuada. De hecho, en Avodent nos guardamos una pequeña sorpresa para los pacientes más valientes.
Existen otros consejos como, por ejemplo, preparar a los niños en casa para su futura consulta. Nuestro equipo de odontopediatría aconseja jugar con tus hijos los días anteriores a la consulta del dentista, de manera que se acostumbren a la exploración de su boca y lo entiendan como algo rutinario e, incluso, divertido. Y, por último, escoger un especialista de confianza. Como hemos dicho anteriormente, el vínculo del dentista con el niño es esencial a la hora de asegurar una visita tranquila. Por este motivo, nuestro consejo es que acudas a un odontopediatra especializado que esté acostumbrado al trato con niños y que sepa manejar, con soltura, una situación de estrés o miedo en los más pequeños.
La prevención: la mejor arma para la salud bucodental
Y lo más básico en cuanto a la prevención es empezar por unas buenas rutinas de higiene oral. Por ello, el odontopediatra te dará una serie de pautas que deberás incluir en el día a día de los más pequeños. Y es que la limpieza oral no comienza cuando el niño tiene todas las piezas erupcionadas o ha empezado a comer de manera sólida. Ya desde bien pequeño, es beneficioso que pases una gasa humedecida en agua para retirar los restos de comida de las encías del bebé. Además, la dieta de los niños suele ser más rica en azúcares. Por ello, es importante incluir el cepillado dental en las rutinas de higiene diarias para evitar la incidencia de caries dentales. Recuerda que no debes esperar a notar ninguna anomalía en las piezas dentales de los más pequeños para acudir a una revisión rutinaria. Sin embargo, te recomendamos pedir una cita con el odontopediatra siempre que percibas alguno de los siguientes síntomas:
- Presencia de pequeñas manchas blancas en el esmalte de los dientes
- Oscurecimiento en la tonalidad de una pieza dental
- Afección de un fuerte traumatismo o golpe dental
- Sospecha de que el niño puede tener caries dentales
Es importante que tengas en cuenta que, aunque los dientes de leche son temporales, su caída temprana puede tener un efecto muy negativo en la erupción de las piezas definitivas -apiñamiento dental, por ejemplo-. Y, por último, te recordamos que a los 6 años aproximadamente debes llevar a tu hijo al ortodoncista por primera vez. Espero que, tras leer este artículo, sepas cuándo y cómo abordar la primera visita de los niños al dentista. Si tienes cualquier duda, puedes dejárnosla en comentarios. Y, en caso de que quieras que sea nuestro equipo de odontopediatría el que valore el estado de su sonrisa, te invitamos a ponerte en contacto con nosotros. Para ello, puedes rellenar el formulario de contacto de nuestra página web o, si lo prefieres, concertar una primera cita gratuita llamando al 91 654 17 13. ¡Os esperamos!