Los implantes han significado una revolución en los tratamientos dentales desde hace más de 25 años. Como la mayoría de los tratamientos hoy en día, en cuestión de implantes no sólo estamos hablando de descubrimientos científicos, investigación y materiales más o menos exóticos sino también de técnicas aplicables en la práctica clínica que tienen que ver con una buena planificación previa, técnicas quirúrgicas y de restauración dental.
Se trata casi (bueno, si nos preguntas a nosotros, sin el “casi”) de un arte complejo en el que experiencia y ciencia están absolutamente unidas. Lo que vamos a intentar en esta serie de posts que hoy comenzamos es ofrecerte una guía lo más clara posible para informarte de lo necesario, para que a la hora de acudir a tu dentista conozcas un poco mejor de qué te habla y tus dudas sean las menos posibles.
Qué es un implante dental
Pues dicho de forma breve, es uno de los métodos más fiables para reemplazar piezas dentales a largo plazo. Desde que en los años ochenta del siglo pasado comenzaron a popularizarse, numerosos estudios han demostrado tasas de éxito superiores al 95%.
Al igual que las raíces dentales, los implantes están asegurados en el hueso y no son visibles una vez que son colocados quirúrgicamente. Son utilizados para asegurar las coronas (parte de la prótesis con la forma del antiguo diente), puentes o prótesis dentales mediante una variedad de sistemas.
Corazón de titanio
Los implantes de calidad están hechos de titanio, material que a su ligereza une la dureza y sobre todo, la biocompatibilidad para que no sea rechazado por el cuerpo. El titanio y sus aleaciones son los componentes más utilizados en todo tipo de prótesis en las que hay hueso en contacto (cadera, rodilla, etc…) pero son los implantes dentales lo que tienen una tasa de éxito más elevada.
¿Por qué el titanio?
Pues porque tiene la propiedad de “fundirse” con el hueso, lo que técnicamente se llama osteointegración y es la razón principal del elevado éxito del sistema. Cuando se pierden los dientes, el hueso que les daba soporte también lo hace, por lo que colocar implantes estabiliza dicho hueso y previene su pérdida.
Junto a la reposición de piezas dentales los implantes dentales ayudan a mantener la forma de la mandíbula y también su densidad, lo que supone que dan soporte al esqueleto facial e indirectamente también a los tejidos blandos que lo rodean (encías, mejillas y labios principalmente)
Además, son absolutamente funcionales y con ellos vas a poder comer, masticar, sonreír, etc. como con tus piezas naturales, lo cual va a contribuir de forma positiva a la imagen que de ti tengas y por tanto en tu bienestar tanto físico como psíquico.
La pregunta que puedes hacerte ahora es, “vale, me parece estupendo pero… ¿los implantes dentales sirven para todo el mundo? y, lo más importante,…¿en mi caso valdrían?”
Pues de eso hablaremos en nuestro próximo post, pero si quieres salir ya de dudas, estás en Alcobendas o alrededores y buscas claridad, cercanía y la atención exquisita que mereces, pásate por Avodent y, ya que la primera visita es gratuita, nos cuentas y te contamos. 😉