¿Quién no recuerda la sonrisa de Brigitte Bardot? Es, sin duda, una de las más icónicas del mundo del cine. ¿Sabías que su sonrisa estaba caracterizada por la presencia de diastemas?
En este artículo te contaremos en qué consiste este problema de oclusión, a qué se debe y cómo podemos corregir estas malposiciones dentales.
¿Qué son los diastemas?
Los diastemas son espacios interdentales muy acusados, de manera que no existe contacto entre piezas dentales contiguas. Si bien son más fáciles de percibir en los incisivos centrales superiores, los diastemas pueden afectar a todas las piezas dentales de la boca.
Éstos son comunes en niños que tienen dentición primaria -es decir, dientes de leche-. Sin embargo, esta maloclusión tiende a solucionarse una vez los niños realizan el recambio dentario y erupcionan las piezas definitivas.
Aun así, son muchos son los adultos que presentan este problema de oclusión.
Pero, ¿por qué se producen estos espacios interdentales exacerbados?
¿A qué se deben los diastemas?
Los espacios interdentales pueden tener su origen en distintas causas. Una de las más frecuentes es una discordancia entre el tamaño del maxilar -o de la mandíbula- y el tamaño de las piezas dentales.
Los diastemas son típicos en aquellos casos en los que los dientes tienen un tamaño muy inferior con respecto al espacio de la arcada en la que se deben alojar.
Por este motivo, crecen separados entre sí y aparecen, por tanto, los diastemas. Sería, para entendernos mejor, el caso contrario a padecer apiñamiento dental.
Sin embargo, los diastemas aparecen por muchas otras causas. Otra de las más comunes es la falta de piezas dentales, bien a causa de la agenesia -ausencia de una pieza dental definitiva- o de la pérdida de algún diente en la edad adulta.
Otro de los orígenes más frecuentes es el padecimiento de microdoncia. Ésta es una condición que afecta a las personas que poseen unas piezas dentales de un tamaño más pequeño de lo habitual.
Pero, además, algunos de los factores de origen están muy ligados al crecimiento de los más pequeños:
- Malos hábitos a edades tempranas como, por ejemplo, la succión del pulgar o un uso a edades más avanzadas del chupete, pueden contribuir a empujar las piezas dentales hacia delante. De esta manera, surgen espacios interdentales entre las mismas.
- Los problemas a la hora de tragar de la manera correcta también pueden considerarse un factor de riesgo. En caso de que la lengua presione sobre las piezas dentales en lugar de sobre el paladar a la hora de tragar, puede provocar también el adelantamiento de las piezas dentales y, por tanto, distanciar las mismas.
Otro de los factores considerados como origen de los diastemas es la existencia de un frenillo labial demasiado grande. En estos casos, dicho tejido conecta la zona posterior del labio con las encías, posicionándose entre los dientes frontales. En estas ocasiones, no existe cierre natural entre los dientes incisivos superiores.
Por último, podemos incluir las enfermedades periodontales como otra de las causas de los diastemas. Y es que, a causa de la pérdida ósea y de estructura dentaria, es habitual que el paciente presente espacios interdentales acusados.
Como ves, los diastemas tienen asociados orígenes muy diversos. Aunque son, claramente, un problema de oclusión, hace años estaban asociados a una tendencia pasajera.
Una moda pasajera que puede perjudicar tu salud bucodental
Y es que ya lo anunciábamos al inicio del artículo: los diastemas son los responsables de una sonrisa tan icónica como es la de Brigitte Bardot.
Sin embargo, son muchos los artistas que, antaño, entendían los diastemas como un sello de su marca. ¿Quién no recuerda el espacio entre las “paletas” de cantantes como Madonna o Luis Miguel?
Sin embargo, a lo largo de la década de los 90, una sonrisa con espacios interdentales acusados se empezó a poner de moda. De hecho, a finales del siglo pasado y principios de éste, eran numerosos los famosos -modelos, diseñadores- que recurrían a tratamientos de ortodoncia para acentuar los diastemas entre los incisivos centrales superiores.
Sin embargo, ésta es una moda muy arriesgada: los diastemas pueden ser un factor de riesgo para gozar de una salud bucodental perfecta. Entre ellos, los más destacados son:
- Daño de las encías
- Mayor riesgo a padecer caries o enfermedades periodontales, a causa de la acumulación de alimentos en dicho espacio
- Molestias a la hora de pronunciar debidamente todos los sonidos, llegando a ser necesaria en algunos casos la ayuda de un logopeda para solucionar los problemas de fonación.
- Problemas de mordida que, en algunos casos, puede provocar la sobrecarga de la articulación temporomandibular y, por consiguiente, dolores cervicales y de cabeza.
Por este motivo, resulta vital dejar de lado las tendencias pasajeras y solucionar este problema de oclusión.
¿Cómo se corrigen los diastemas?
De manera general, el tratamiento para los diastemas no es complejo. Un caso aparte es aquel en el que la enfermedad periodontal es la causa de los espacios interdentales. En esas ocasiones, los diastemas son consecuencia de una mala salud bucodental, y será un tratamiento periodontal el más adecuado en ese caso.
Sin embargo, la mayoría de las ocasiones, los pacientes acuden a la clínica para mejorar la estética de su sonrisa.
En estos casos, se puede optar por dos tratamientos diferenciados:
- Un procedimiento de ortodoncia para cerrar los espacios interdentales. A este respecto, el paciente podrá elegir entre brackets metálicos, estéticos -de zafiro- o, si lo prefiere, ortodoncia con férulas invisibles -Invisalign-.
- Un tratamiento de carillas dentales o coronas, de manera que se oculte el espacio entre los dientes frontales -es decir, los más visibles de cara a terceros-.
Si el espacio interdental está causado por la falta de piezas dentales -bien por pérdida o por agenesia-, podemos optar por la colocación de un implante dental.
Por último, si el causante del diastema es un frenillo excesivo, el odontólogo puede optar por pautar la realización de una frenectomía. Ésta es una intervención muy sencilla, abordada generalmente a edades tempranas, que no implica riesgo alguno.
De manera general, esta cirugía será una solución suficiente en el caso de que los diastemas afecten a los niños. Sin embargo, cuando se practica una frenectomía en un adulto, es habitual que haya que completar el procedimiento con un tratamiento de ortodoncia para cerrar por completo los espacios interdentales.
¿Se pueden prevenir los diastemas?
En función de la causa que el odontólogo entienda como origen, podremos prevenir o no la aparición de pequeños diastemas.
Es decir, en caso de que los espacios interdentales se asocien con una discordancia entre el tamaño de las piezas dentales y el del maxilar o, por el contrario, con la falta de piezas dentales a causa de agenesia o el padecimiento de microdoncia, poco podemos hacer al respecto.
Además, debemos subrayar que estas causas tienen detrás un fuerte componente hereditario. Es decir, serán más proclives a presentarlas aquellos pacientes en cuya familia existen personas con espacios interdentales acusados.
Lo mismo ocurrirá en aquellos casos en los que se presenten dificultades a la hora de tragar o un frenillo demasiado desarrollado.
Sin embargo, si los diastemas tienen un origen diferente, sí podemos ayudar a prevenir su aparición.
Por ejemplo, en caso de que éstos estén causados por malos hábitos a edades tempranas, podemos optar por dos soluciones diferentes:
- Evitar que los niños se duerman chupándose un dedo o que éste sea un acto recurrente en su día a día.
- Eliminar el hábito del chupete o del biberón a edades más avanzadas que las recomendadas por los pediatras -generalmente, antes de los 3 años y 18 meses, respectivamente-.
Además, para prevenir las enfermedades periodontales es esencial tener unas rutinas de higiene muy rigurosas.
Es decir, cepillarse los dientes tras cada comida y emplear hilo dental o hacer uso de cepillos interproximales o de un irrigador bucal -waterpik- para eliminar de manera eficaz los restos de comida y la placa bacteriana.
Y, por último, en caso de que ya hayas recurrido a un tratamiento de ortodoncia para cerrar los espacios interdentales, recuerda que debes usar debidamente los retenedores para evitar movimientos dentales no deseados.
Si necesitas más información sobre tratamientos para los diastemas o crees padecer esta condición y quieres ponerle solución, te invitamos a ponerte en contacto con nosotros.
Para ello, puedes hacerlo rellenando el formulario de contacto de nuestra página web o, si lo prefieres, llamando al 91 654 17 13. ¡Te esperamos!
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