¿Dientes sensibles? 5 consejos muy útiles.

Uno de cada ocho adultos sufre de molestias dentales relacionadas con su sensibilidad. En este artículo damos algunos consejos para lidiar con el dolor que ello puede provocar.

Si la idea de tomar un café calentito o un polo de limón te da repeluco, no estás ni solo ni sola. Efectivamente un de cada ocho adultos sufren por la sensibilidad de sus dientes y en el caso de las mujeres es aún más frecuente que en los hombres.

Para llegar a la raíz del problema se realizó el año pasado un estudio en Estados Unidos recopilando datos de casi ochocientas personas, de los que, además de los ya mencionados, se dedujo que los participantes que llevaban a cabo prácticas caseras de blanqueamiento dental o tenían las encías retraídas eran más propensos a la sensibilidad dental.

Los dientes se vuelven sensibles a las temperaturas normalmente por una debilidad del esmalte que los recubre, lo cual deja al descubierto los tubículos que llegan hasta el nervio del interior del diente.

Hay muchas causas que pueden provocar la pérdida del esmalte pero en cambio hay simples formas de revertir los efectos. Vemos algunas:

  • Utilizar las herramientas adecuadas: Asegúrate de que las cerdas de tu cepillo son de la blandura adecuada. Los cepillos con cerdas demasiado duras pueden contribuir a que las encías se retraigan. Además, para una protección adicional es aconsejable utilizar los conocidos dentífricos específicos para estos síntomas y enjuagues bucales con fluoruro de estaño.  Sus fórmulas específicas bloquean los tubículos del diente que conectan con el nervio, reduciendo así el dolor.
  • Perfeccionar la técnica de cepillado: Es algo tan rutinario que no reparamos en ello, ponemos el piloto automático y venga, a cepillarse los dientes. Sin embargo si lo hacemos de forma incorrecta con la típica pasada larga podemos estar favoreciendo la retracción gingival. Es mejor mantener el cepillo en un ángulo de 45% respecto al diente y cepillarlo de forma circular. Tampoco hay que presionar demasiado porque podemos dañar la superficie del diente y dejar expuestos sus partes sensibles.

Para saber si te estás pasando de intensidad sólo has de mirar las cerdas de tu cepillo, si están desordenadas es hora de aflojar… y también de comprar un nuevo cepillo 😉

  • Enjuagar con agua tibia: Los dientes sensibles pueden irritarse si te enjuagas con agua fría. Prueba con agua templada (no caliente) . No va a mejorar tu sensibilidad pero al menos hará que tu sensación se mucho más llevadera que con el agua fría.
  • Evita las comidas y bebidas ácidas: Como hemos dicho, el esmalte es el responsable de protegernos de las temperaturas de los alimentos y bebidas, si nos dedicamos a debilitarlo con alimentos ácidos no ayudaremos a mejorar nuestra situación sino todo lo contrario.
  • Consulta a tu dentista sobre la posibilidad de que te aplique un barniz fluorado. Este tratamiento no es para que lo hagas en tu casa sino que debe ser un profesional el que lo aplique ya que requiere una serie de procedimientos específicos.

Para más consejos e indicaciones a tener en cuenta sobre la hipersensibilidad, en Alcobendas y alrededores nos puedes encontrar a tu disposición en Avodent, donde sin duda encontrarás a tu dentista de confianza. ¿Quedamos? 😉

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