Ya hemos dicho en varias ocasiones que para disfrutar de una sonrisa sana hay que tener los dientes blancos.
Eso no quiere decir que estos tengan que ser de un color tan blanco que parece que brillan en la oscuridad. Lo normal sería que fuesen más o menos del mismo color que la parte blanca de los ojos.
Por el contrario, mucha gente muestra al sonreír una boca poco saludable con dientes sucios y amarillentos. He dicho sonreír, aunque eso no es del todo cierto: realmente evitan la sonrisa a toda costa. Y cuando no les queda más remedio, abren la boca lo menos posible porque las manchas en los dientes suelen avergonzarles mucho.
En una sociedad tan obsesionada con la apariencia estética, los traumas y complejos producidos por culpa de una dentadura sucia están aumentando exponencialmente.
Algo que no tiene sentido, ya que hoy en día todo el mundo puede lucir unos dientes limpios y saludables con facilidad.
Veamos cómo.
¿Por qué se ensucian los dientes?
Al mudar los dientes de leche a los seres humanos nos sale la dentadura definitiva, recubierta de una capa de esmalte de un color muy blanco. Pero como es para toda la vida, esa capa de esmalte se va desgastando con el paso del tiempo y no se recupera.
Los golpes, la fricción de un diente contra otro al masticar, el bruxismo que produce el estrés, el tabaco, los alimentos demasiado azucarados o las bebidas ácidas –entre otras–, van provocando erosiones en el esmalte que con el paso del tiempo se va perdiendo en gran medida.
Bajo el esmalte nos encontramos con la dentina, que es una sustancia de color amarillento de la que está formada la mayor parte de cada diente. Cuando la capa de esmalte se va desgastando se vuelve más fina y pierde su lustre, con lo que puede llegar a ser transparente (dejando ver la dentina, de color amarillento).
Por otra parte, te habrás fijado que hay gente que muestra desagradables manchas en su dentadura. Generalmente se producen cuando el esmalte empieza a cuartearse y en esas microfisuras se depositan agentes externos procedentes de los restos de alimentos en descomposición.
Hay que distinguir entre 2 tipos de manchas para saber de qué forma tratarlas:
- Manchas externas: el día a día va manchando los dientes. Bebidas como el café, el té o el vino tinto, la nicotina del tabaco o alimentos que contengan determinados pigmentos pueden provocar manchas. Si son muy superficiales se pueden retirar mediante el cepillado. Para las manchas más profundas es necesario realizar un blanqueamiento dental profesional.
- Manchas internas: este tipo de manchas se forman en el interior del diente. Su origen es variado: tanto por golpes muy fuertes, como por ingesta de tetraciclina durante la formación del diente o por un consumo excesivo de flúor. Hoy en día también pueden blanquearse este tipo de manchas.
¿Qué puedo hacer para blanquear mis dientes sucios?
Las técnicas de blanqueamiento estético han avanzado mucho y casi siempre hay una solución para todo tipo de problemas. Por lo tanto ya no tienes excusa para taparte la boca cuando quieres sonreír.
Voy a darte una serie de pautas que deberás seguir para que tus dientes dejen de estar sucios. Si sigues estos consejos, podrás lucir con orgullo una sonrisa radiante y saludable.
Fase 1 – El blanqueamiento dental
Vamos a partir de la base de que tus dientes están muy sucios. De ser así, lo más lógico es que acudas al dentista para que este valore el tratamiento más adecuado en función del estado general de tu boca.
Si, por ejemplo, vienes a nuestra clínica Avodent, te haremos un diagnóstico previo para poder aconsejarte una técnica concreta.
Seguidamente te haremos una primera limpieza e iniciaremos un tratamiento desensibilizante para que, cuando se ejecute el blanqueamiento, una semana después no notes molestias.
El blanqueamiento más habitual en nuestra clínica suele ser mediante luz LED Zoom WhiteSpeed de Phillips por su relación calidad/precio, aunque también aplicamos el resto de métodos de última generación.
Otra opción a considerar puede ser la de la fijación de carillas dentales como las Lumineers.
Fase 2 – Conservación
Una vez que vuelves a recuperar el blanco natural de tus dientes, tienes que cambiar de hábitos si quieres que estos conserven la misma luminosidad. Ningún tratamiento es totalmente permanente, así que si continúas fumando o bebiendo litros y litros de café, tus dientes se mancharán de nuevo.
Solo los pacientes que no quieren volver a tener los dientes sucios son los que abandonan sus malos hábitos por completo: tabaco, café, té, vino tinto,…
Junto a eso, el cepillado diario después de cada comida es obligado, no solo por una cuestión estética y de eliminación de manchas, sino porque es necesario para mantener una buena salud bucal. Respecto a esto no hay excusas.
Por último, también es conveniente que acudas de nuevo al dentista cada 6 meses, para que te hagan una exhaustiva limpieza dental (algo muy necesario y complementario a la higiene diaria). Y si vienes por Avodent mejor 🙂
Si cumples con todas estas recomendaciones, te aseguro que tendrás una sonrisa más bonita que la de cualquier famoso que veas en la tele.
¿Listo para blanquear tus dientes?
Si estás en Alcobendas o alrededores y te preocupa tener los dientes sucios, pásate cuando quieras por nuestra clínica.
Puedes pedir cita online cumplimentando este formulario o llamarnos por teléfono a uno de estos 2 teléfonos: 91 654 17 13 o 91 005 22 43.
¡A blanquear esos dientes!