En muchas ocasiones, se nos previene acerca de los perjuicios que el alcohol puede tener para nuestro estado de salud general. Sin embargo, pocas veces se nos advierte de las consecuencias negativas que el consumo habitual de bebidas alcohólicas puede tener para los dientes y encías.
En este artículo enumeraremos todos los posibles efectos que el alcohol puede tener en tu boca, qué signos pueden hacerte sospechar que los estás padeciendo o cómo evitar estos perjuicios.
¿Qué efectos produce el alcohol en nuestros dientes y encías?
Muchos pacientes se muestran tímidos a la hora de contestar de manera afirmativa ante la pregunta de si consumen alcohol de manera habitual, generalmente por miedo a que se malinterprete la respuesta y se dé por sentado que tienen un problema de alcoholismo.
Sin embargo, para notar las consecuencias del alcohol en la salud de nuestros dientes no hace falta ser adicto al alcohol.
Y es que, si lo analizamos de otro modo, nos damos cuenta de que muchas personas de edad adulta se han acostumbrado a desarrollar toda su vida social alrededor del alcohol: quedamos para tomar el vermut los fines de semana, comemos con vino de manera regular y las pautas de after work están ligadas a beberse unas cañas o, en su defecto, una copa.
Aunque no se pueda considerar que quienes hayan hecho suyas estas costumbres tengan un problema con el alcohol -al menos en lo que se refiere a dependencia o adicción-, lo cierto es que cambiar de hábitos cuesta. Y es que, además de haber interiorizado estas prácticas, la presión social nos mueve a consumir bebidas alcohólicas.
En muchas ocasiones, algunos pacientes llegan a nuestra consulta con graves problemas dentales originados por el consumo regular de bebidas alcohólicas desde edades muy tempranas.
A continuación, enumeramos los distintos efectos que el alcohol puede tener en el buen estado de nuestros dientes y encías.
Fuertes desgastes dentales
El alcohol es una sustancia abrasiva cuyo consumo habitual va deteriorando poco a poco el esmalte de las piezas dentales. De esta manera, su estructura se debilita y se producen síntomas tales como la sensibilidad dental o la presencia de unos dientes más amarillos.
Disminución del flujo salivar
La saliva cumple una función fundamental en nuestra salud bucodental. Y es que, gracias a su segregación, permite mantener el pH de la boca neutro y regular los cúmulos de bacterias presentes en la cavidad oral.
El consumo de alcohol supone sequedad bucal -o xerostomía-, de manera que el pH de la boca es más ácido y, por lo tanto, es mayor el riesgo de padecer caries o enfermedades periodontales.
Mal aliento
La disminución de los niveles de segregación de saliva supone la proliferación de microorganismos que habitan en nuestra cavidad oral también afecta negativamente a nuestro aliento. Y es que una boca menos hidratada es sinónimo de halitosis.
¿Qué enfermedades dentales puede provocar el consumo habitual de alcohol?
En muchas ocasiones, tendemos a pensar que el consumo puntual de alcohol sólo puede producir problemas tales como la intoxicación etílica. Sin embargo, tendemos a ignorar o desconocer los perjuicios que puede suponer el consumo regular de bebidas alcohólicas.
Además de los perjuicios gastrointestinales, la ingesta habitual alcohol puede suponer una mayor predisposición a padecer patologías bucodentales.
A continuación, desgranamos las más habituales.
Enfermedades periodontales
Las enfermedades periodontales -gingivitis y periodontitis- son patologías que afectan a la estabilidad de los tejidos de soporte nuestros dientes. Es decir, al hueso alveolar y las encías.
Su origen es muy variado, aunque generalmente suele estar ligado a una higiene oral deficiente y al cúmulo de bacterias entre nuestros dientes y encías.
Como hemos comentado anteriormente, el alcohol produce una merma de la segregación óptima de los niveles salivares. Por este motivo, la boca se convierte en un hábitat ácido en el que se acumulan un mayor número de bacterias.
Estos depósitos de agentes patógenos pueden convertirse en la causa que origine una enfermedad periodontal en un estado inicial -gingivitis- que, en caso de no ser tratada debidamente, podría derivar en periodontitis -o piorrea-.
Caries dentales
La liberación de los ácidos presentes en la placa bacteriana es la causa que se encuentra detrás de la aparición de las lesiones cariosas.
A este respecto, hay 2 factores diferentes originados por el consumo habitual de bebidas alcohólicas que pueden suponer un mayor riesgo de padecer caries dentales:
- En primer lugar, una disminución del flujo salivar que convierte la boca en una cavidad ácida.
- En segundo lugar, la ingesta de bebidas ácidas y con un alto contenido en azúcares -como las bebidas carbonatadas o refrescos empleados para hacer los combinados-.
Cabe destacar que, en estos casos, resulta vital una actuación temprana. De esta manera, aseguraremos la estabilidad de la pieza dental y evitaremos procesos más complejos como la realización de una endodoncia o, en casos más avanzados, la extracción de la pieza afectada.
Sensibilidad dental
Los fuertes desgastes mencionados anteriormente suponen una erosión de las piezas dentales. En los casos en los que la estructura dentaria se ve dañada, los pacientes pueden padecer sensibilidad dental, sobre todo ante la ingesta de bebidas o comidas muy frías, calientes o ácidas.
Dientes amarillos
La erosión dental puede provocar pequeños surcos o fisuras en las piezas dentales. En estas ocasiones, el esmalte deja paso a la dentina, mucho más amarillenta. Por ello, es habitual que quienes consumen de manera habitual bebidas alcohólicas muestren un esmalte más oscuro o con pequeñas manchas -o tinciones-.
Pérdida de piezas dentales
Tal y como hemos adelantado anteriormente, la ingesta habitual de alcohol se encuentra entre las causas habituales de padecer enfermedades periodontales o caries dentales.
Cabe destacar que, en caso de no atajar estas patologías bucodentales a tiempo, ambas pueden suponer la pérdida de piezas dentales.
¿Cómo evitar las consecuencias del alcohol en la salud de nuestros dientes?
Con la redacción de este artículo, sólo quiero prevenirte para que conozcas los posibles perjuicios que el alcohol puede tener para tus dientes y encías.
Por ello, no quiero asustarte ni tengo la intención de preocuparte en caso de que, de vez en cuando, te tomes una cerveza o un cóctel con alcohol.
Sin embargo, si consumes de manera habitual bebidas alcohólicas, sí te recomiendo reducir su ingesta. De esta manera, evitarás sus efectos secundarios en tu salud bucodental.
Pero, además, existe otra serie de pautas que puede ser beneficiosa a la hora de evitar los perjuicios que el alcohol tiene en nuestra dentadura:
- Procura beber abundantes cantidades de agua para mantenerte hidratado. Lo ideal es consumir de 2 a 3 litros diarios, de manera que puedas favorecer la segregación salivar.
- Mantén unas buenas pautas de higiene dental. Para ello, recuerda que debes cepillarte los dientes tras ingerir bebidas alcohólicas y completar la limpieza oral con el empleo de hilo dental o cepillos interproximales.
- Respeta tus revisiones con el dentista. Acude a tu clínica dental de confianza al menos una vez al año, y no olvides pedir cita si notas alguna molestia o dolor.
Espero haber resuelto todas tus dudas acerca de los efectos negativos que el consumo habitual de alcohol puede tener en la salud de tus dientes y encías.
Si has notado previamente alguno de los síntomas descritos anteriormente asociado a la ingesta habitual de bebidas alcohólicas y quieres que nuestros expertos valoren tu caso, te invitamos a acudir a una primera cita gratuita en Avodent.
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