¿Eres de esos pacientes a los que el uso del hilo dental no les convence del todo? En este post, queremos darte una alternativa que puede ser muy beneficiosa a la hora de mejorar la higiene de tu boca.
Y ésta no es otra que el empleo del irrigador bucal -o waterpik-. Su uso resulta sencillo y, por ello, la mayoría de los pacientes a los que les aconsejo su utilización no suelen volver a emplear la seda dental.
En este artículo quiero desvelarte algunas pautas importantes sobre cómo debes emplearlo, y te daré una serie de indicaciones para elegir cuál es el mejor irrigador en tu caso.
¿Qué es un irrigador bucal?
Puede que consideres que, cepillándote los dientes tras cada comida, gozas de una higiene bucodental completa. Sin embargo, siento decirte que no es así.
Y es que únicamente mediante el cepillado dental no conseguimos eliminar de manera eficaz los restos de comida y la placa bacteriana que quedan alojados entre nuestros dientes y a lo largo de la línea de la encía.
Por ello, los dentistas recomendamos siempre el uso de otros elementos de higiene auxiliares como el hilo dental, los cepillos interproximales o, en su defecto, el irrigador bucal.
También conocido como waterpik, el irrigador es un dispositivo que aplica agua a presión directamente sobre las piezas dentales.
Su objetivo es eliminar de manera eficaz los restos de alimentos y la placa bacteriana que han quedado alojados en nuestra boca tras el cepillado dental.
¿Cuándo se usa el waterpik?
Es importante aclarar que el uso del irrigador no sustituye al cepillado de los dientes, sino que lo complementa. Por ello, debe emplearse siempre después de que nos hayamos cepillado los dientes de manera concienzuda durante, al menos, 2 o 3 minutos.
Su uso está recomendado siempre que al paciente no le resulte cómodo emplear seda dental o cepillos interproximales. Sin embargo, hay tres casos diferenciados en los que los especialistas insisten especialmente en la importancia de su utilización:
- Pacientes que estén abordando un tratamiento de ortodoncia fijo, bien sea con brackets metálicos, de zafiro o linguales.
- Aquellas personas que se acaben de someter a la colocación de un implante.
- Pacientes que padezcan algún tipo de enfermedad periodontal, como gingivitis o periodontitis.
En caso de que te hayas decantado por su uso, los especialistas recomiendan emplearlo a diario, y siempre de manera constante.
¿Qué beneficios tiene el waterpik?
El irrigador dental puede tener numerosas ventajas para el estado de tus dientes y encías. El primero, y más evidente, es el hecho de completar la higiene bucodental.
Y es que nuestra boca está llena de recovecos a los que resulta difícil acceder con el cepillo dental. Por ejemplo, los espacios interdentales o el espacio situado debajo de la línea de la encía.
En caso de no tener una higiene bucodental rigurosa, la placa bacteriana se acumula en estas zonas, dando lugar a la formación de sarro y al daño de la estructura dental.
Y es aquí cuando podemos hablar del segundo beneficio que tiene el empleo del irrigador bucal. Y es que, gracias a su uso, prevenimos la incidencia de afecciones como enfermedades periodontales -gingivitis o periodontitis- o caries.
Sin embargo, no sólo las previene, sino que mejora el estado de los pacientes que padecen periodontitis. La acción del waterpik contribuye a eliminar los cúmulos de sarro que se alojan por debajo de la línea de la encía, en las conocidas como bolsas periodontales.
Precisamente, por esta razón podemos afirmar que el empleo de waterpik contribuye a la estabilidad de las piezas dentales.
Además, evita el riesgo de padecer halitosis y reduce la posibilidad de inflamación y sangrado de encías.
Por otro lado, los irrigadores bucales son muy útiles para las personas que llevan implantes o prótesis dentales gracias a una serie de boquillas que están especialmente diseñadas para limpiar las mismas.
Y, además, resultan más sencillos de emplear que la seda dental en caso de colaborar a la limpieza oral de una persona que se esté sometiendo a un procedimiento fijo de ortodoncia.
Todo ventajas, ¿no?
¿Tiene alguna desventaja el empleo del irrigador bucal?
La seda dental sí puede provocar algunas repercusiones en el estado de tus encías en caso de no emplearla debidamente, como, por ejemplo, contribuir al sangrado de las mismas. Sin embargo, éste no es el caso del irrigador bucal.
En principio, únicamente debes tener cuidado con su uso en caso de que tengas una herida o una llaga en la boca. Durante el período de cicatrización, no está recomendada su utilización -especial atención a pacientes con prótesis dentales u ortodoncia-.
¿Cómo se usa el waterpik?
El waterpik resulta muy sencillo de usar. Eso sí: te aconsejamos leer atentamente el manual de empleo para asegurarte de cómo puedes limpiar el irrigador.
Además, de esta manera podrás conocer algunas particularidades como, por ejemplo, si admite o no el empleo de colutorios.
Para utilizarlo debidamente, sigue estos sencillos pasos:
- Carga el depósito del agua y, si así lo prefieres, añade unas gotitas de colutorio para conseguir una sensación más refrescante.
- Selecciona el cabezal que más se ajuste a tus preferencias y colócalo en el mango.
- Selecciona el nivel de presión adecuado. Siempre que emplees el irrigador por primera vez, te aconsejamos empezar por un nivel de presión bajo para, posteriormente, ir regulándolo. Recuerda que, si pones demasiada presión inicial, puedes terminar sufriendo daños en tus encías.
- Antes de encender el irrigador, introduce el cabezal dentro de la boca. Te aconsejo que te inclines sobre el lavabo y cierres ligeramente la boca para evitar ensuciar el baño.
- Enciende el irrigador y comienza a pasar la boquilla a lo largo de la línea de la encía y en las piezas dentales. Mi consejo es que sigas siempre la misma rutina: empieza por la zona anterior de la boca -es decir, por los molares- del maxilar superior, para, posteriormente, limpiar los incisivos y los caninos.
- Una vez hayas limpiado todos los dientes del maxilar superior, haz lo mismo con los de la arcada inferior.
- Apaga el irrigador, retira la boquilla del mango y vacía el depósito del agua. Limpia tu irrigador para garantizar un correcto mantenimiento del mismo.
¿Cuál es el mejor irrigador bucal para ti?
En la actualidad, existen multitud de plataformas que venden irrigadoras bucales, y de marcas que los fabrican. Basta con investigar ligeramente por la red para darte cuenta de que existe una gran variedad de modelos y, por tanto, de precios.
Además, existen tres tipos diferentes de irrigadores:
- Irrigadores dentales con depósito, para cuyo funcionamiento es necesario que estén enchufados a la corriente. Su empleo es sencillo, y permite regular la presión del agua de manera cómoda.
- Waterpik portátiles, inalámbricos y óptimos para aquellas personas que viajen de manera habitual.
- Irrigadores que se conectan directamente al grifo, ideales para aquellas personas que no quieren que este dispositivo ocupe un amplio espacio dentro del baño. Para controlar la presión del agua, bastará con hacerlo ajustarla desde el grifo.
Mi consejo es que, si te sientes abrumado ante tal cantidad de información, consultes con tu odontólogo o higienista de confianza.
De esta manera, podrá aconsejarte sobre cuál es el irrigador que más te conviene comprar, y te dará información acerca de la técnica necesaria para usarlo debidamente.
Espero que, tras leer este post, hayas resuelto todas tus dudas acerca de los beneficios y el modo de empleo del irrigador bucal. Y ya sabes que es una alternativa perfecta en caso de que el uso del hilo dental te resulte complejo o desagradable.
Si tienes alguna otra duda, te leo en comentarios. Y si quieres que sea nuestro equipo de odontólogos especializados quienes analicen cuál es el estado de tus dientes y encías, no dudes en concertar una cita en nuestra clínica dental en Alcobendas.
Para ello, puedes llamarnos al 91 654 17 13 o, si lo prefieres, rellenar el formulario de contacto de nuestra página web. ¡Te esperamos!