Aunque muy poca gente le da la debida importancia al paladar, se trata de una parte muy importante de la boca. Por eso, en este artículo quiero explicarte cuáles son las enfermedades del paladar más habituales, así como los tratamientos más comunes.
La particular anatomía del paladar
¿Has estado alguna vez en una sala de conciertos?
Si el auditorio se ha construido con la intención de albergar conciertos de música clásica, probablemente la cubierta del mismo tenga forma de bóveda.
Una apariencia muy similar a la que tiene el paladar humano.
¿Y por qué se emplea esa forma?
Básicamente porque se ha comprobado que un techo abovedado mejora la acústica, ya que proyecta con más facilidad el sonido.
Siguiendo la analogía con el paladar, se puede decir que todos contamos con una auténtica sala de conciertos natural dentro de nuestra boca.
Si te gusta cantar, o te dedicas a hablar en público, sabrás lo importante que es el paladar para que tu voz se emita al exterior correctamente.
Cada vez que hablamos, empleamos el paladar —junto con el aparato respiratorio, las cuerdas bocales, la lengua, los labios y los dientes— para emitir sonidos con forma de palabras.
Por eso conviene siempre que todo el conjunto fonador esté sano.
Las enfermedades más habituales del paladar
Las enfermedades del paladar más frecuentes suelen provenir de pequeñas heridas causadas al introducir alimentos duros o elementos cortantes en el interior de la boca.
Por otra parte, el consumo de bebidas o alimentos muy calientes también puede irritar la mucosa que cubre el paladar.
Enfermedades del paladar más frecuentes
Vamos a ver cuáles son las dolencias más cómunes que se localizan en el paladar:
- Llagas o ampollas: igual que las aftas pueden salir en la lengua, las encías o en los lados de la boca, también los tejidos del paladar albergan llagas. Se trata de ampollas muy dolorosas, que aparecen en el paladar en forma de bulto redondeado y blanquecino.
- Candidiasis: cuando hay problemas en el sistema inmunológico, los tejidos de la boca se vuelven más proclives a infecciones por hongos.
- Úlceras o irritaciones: como decía al principio de este epígrafe, el consumo de alimentos muy calientes, o la introducción y mordisqueo de elementos cortantes como pueden ser un bolígrafo, un hueso de pollo o un palo, pueden provocar heridas en el paladar. El consumo de alimentos picantes también puede causar dolorosas irritaciones.
Leucoplasias y cáncer de paladar
No quiero preocuparte con este tema, pero las leucoplasias o lesiones precancerosas suelen ser relativamente habituales en pacientes adultos.
Las leucoplasias son alteraciones en las mucosas del paladar, que cambian de color y se vuelven de color blanco.
Su origen puede encontrarse en erosiones causadas por alimentos duros, o por contacto directo con algún diente que se haya deteriorado y que tenga las aristas cortantes (o también por el roce de una prótesis mal ajustada).
Incluso los enfermos de VIH sufren en ocasiones de este tipo de lesiones, que conviene controlar de inmediato, para evitar una complicación que termine derivando en tumor.
Las leucoplasias asimismo son bastante frecuentes en fumadores y en consumidores habituales de alcohol.
Paladar hendido
No todas las enfermedades del paladar son sobrevenidas por la acción de agentes externos.
A nivel mundial se estima que 1 de cada 700 recién nacidos pueden nacer con lo que se denomina paladar hendido o fisura palatina.
Se trata de una malformación producida durante la gestación.
En concreto, el paladar se va formando entre la sexta y novena semana.
Es entonces cuando el tejido que forma el paladar comienza a unirse. Y si esta unión no se produce por completo, el paladar quedaría abierto y comunicado con la cavidad nasal.
Estas malformaciones congénitas suelen presentarse casi siempre acompañadas de otros problemas infantiles como el labio leporino, que provoca que al bebé no se le unan los tejidos del labio superior durante la gestación.
Lo más positivo es que hoy en día es posible dar solución al paladar hendido y al labio leporino mediante tratamiento quirúrgico, en los primeros meses de vida del bebé recién nacido (es posible que conforme el niño vaya creciendo, sea necesario realizar nuevos retoques).
Prevenir las enfermedades del paladar
Se podría decir que no existen cuidados específicos que eviten las enfermedades que aparecen en el paladar.
Pero esto no significa que no sea necesaria la prevención.
La mejor forma de evitar infecciones en el interior de la boca es mediante una higiene exhaustiva.
Y con esto quiero decir que después de cada comida hay que lavarse los dientes, la lengua, los espacios interdentales y enjuagar la cavidad bucal con colutorio.
Solo si la higiene es rigurosa pueden minimizarse la aparición de infecciones que terminarán derivando en la aparición de aftas, irritaciones o inflamaciones en el paladar.
Por otra parte, también hay que evitar mordisquear bolígrafos, roer huesos o consumir alimentos muy duros, que puedan provocar heridas o irritaciones en el paladar.
Y las bebidas y comidas tampoco deberían ser consumidas muy calientes para evitar daños en el paladar.
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