La primera vez que se tiene un flemón es lógico preocuparse. Y es que uno de sus síntomas es, cuanto menos, alarmante: la aparición de un bulto en la encía. Sin embargo, debes quedarte tranquilo: su formación es muy común, y el tratamiento no es tan complejo como puedes pensar en un inicio.
Estadísticamente, los flemones se encuentran entre las patologías odontológicas más habituales. Además, son conocidos por ser molestos y dolorosos.
En este artículo quiero explicarte todo lo que tienes que saber acerca de los flemones: qué son, por qué se forman o qué puedes hacer para “vencerlos”.
¿Qué es un flemón dental?
Un flemón dental -también conocido como absceso- es una acumulación de pus que se produce en los tejidos blandos.
Aunque posteriormente veremos que hay varios motivos que pueden causar su aparición, su formación suele estar ligada a procesos infecciosos que han llegado a afectar la pulpa y la raíz del diente.
Si eres de las pocas personas que nunca ha tenido uno, debes saber que se manifiesta como una inflamación localizada en una parte de la encía provocada por la acumulación de pus infectado.
La importancia en la rapidez de la actuación del odontólogo es vital a la hora de frenar esta infección y evitar que las bacterias lleguen a colonizar los huesos que soportan las piezas dentales.
Principales motivos de aparición de un flemón
1. Las caries
Las caries sin tratar son una de las principales causas de la formación de flemones dentales.
Por eso es tan importante acudir al dentista preventivamente. De este modo, se pueden detectar estas lesiones en una fase inicial, poner un tratamiento adecuado y frenar el avance del proceso infeccioso.
De no hacerlo así, la caries puede evolucionar con una infección no controlada que destruye los tejidos blandos, provocando cavidades en las piezas dentales.
El objetivo de estas revisiones periódicas en el dentista es evitar que la infección destruya el esmalte y la dentina, llegando hasta la pulpa y la raíz del diente.
Es en estos casos en los que los vasos y los tejidos se inflaman y se produce la hinchazón característica del flemón.
2. Enfermedad periodontal
Las enfermedades periodontales en estados avanzados –periodontitis o piorrea– que no están siendo debidamente controladas pueden provocar procesos infecciosos que pueden terminar derivado en la formación de un flemón dental.
3. Un traumatismo en cualquier parte de la boca
Un traumatismo -o fuerte golpe– que cause la fractura dental puede producir un proceso infeccioso que desemboque en la apariciónd e un flemón.
Por ello, debes tener especial cuidado con los golpes fuertes y la observación de que la morfología del diente ha cambiado tras recibirlo.
Síntomas más comunes de un flemón
Aunque los flemones son fáciles de reconocer, generalmente suelen venir acompañados por otros síntomas junto a la inflamación localizada en la encía.
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Malestar general
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Fuerte dolor en la zona de aparición del absceso, que puede verse incrementado al morder, con el contraste de temperatura o al tocar la zona de la cara en la que se encuentra.
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El dolor en el flemón puede ir acompañado también de dolor agudo en dientes y muelas.
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Fiebre alta.
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Mal aliento con un sabor amargo en la boca.
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Sensibilidad al frío y al calor.
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Inflamación de la cara, en la zona de aparición del flemón.
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Dificultad para abrir la boca debidamente.
Tratamiento de un flemón
Los remedios caseros no son útiles a la hora de tratar un flemón. Es decir, debes desterrar prácticas como pinchar un flemón e intentar explotar el absceso por ti mismo.
En caso de que reconozcas estos síntomas y se te haya formado un flemón en la boca, lo primero que debes hacer es acudir a tu dentista de confianza.
De esta manera, en consulta podrá analizar cuál es el origen del proceso infeccioso y, a su vez, aplicar un tratamiento médico específico para frenarlo.
En la primera visita nuestra prioridad será aliviarte el dolor y combatir la infección. Por ello vamos a iniciar un tratamiento con antibióticos para atacar el proceso infeccioso y con antiinflamatorios para minimizar la hinchazón del flemón y sus posibles molestias. De ese modo también erradicaremos el dolor.
Cuando haya remitido el flemón, entonces estudiaremos si con los antibióticos ha sido suficientemente eficaces. En caso contrario, será necesario realizar una endodoncia y, posiblemente, reconstruir la pieza mediante la colocación de una corona dental.
Remedios caseros para los flemones
En el caso de que no puedas acudir inmediatamente a tu dentista, existen algunas soluciones caseras para disminuir el dolor causado por la formación de un flemón.
1. Agua tibia con sal
Debes realizar enjuagues de agua templada con sal después de cada comida. Gracias a la acción de la sal, se obtiene un buen drenado del pus y un alivio en el dolor producido por el absceso.
2. Masticar cebolla
La cebolla tiene un importante componente bactericida, así que no es mala idea masticar algo de cebolla cruda si se tiene un flemón.
Después de varios minutos masticando trozos de cebolla, notarás que la zona reduce su inflamación y sentirás algo de alivio.
3. Hielo
El hielo tiene una función anestésica y antiinflamatoria, por lo que aplicando hielo en la zona afectada verás cómo en poco tiempo se te alivia algo el dolor.
Pero es muy importante que utilices una bolsa, una toalla o un trapo, ya que el hielo directamente sobre la piel puede producir quemaduras.
4. ¿Qué tomar cuando tienes un flemón?
Tu dentista de confianza podrá recetar una serie de antibióticos para prevenir el riesgo derivado de los procesos infecciosos o analgésicos para aminorar las molestias. Además, también puede recomendarte una serie de colutorios para bajar el flemón y ayudar a su cicatrización.
¿Cómo se puede evitar su formación?
Es cierto que, en muchas ocasiones, nos es complicado prevenir la aparición de un flemón. Tal es el caso de los originados por un fuerte traumatismo dental.
Sin embargo, en otras ocasiones su formación podría haberse evitado siguiendo una serie de sencillas pautas:
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Mantén unas buenas rutinas de higiene bucodental para frenar los cúmulos de bacterias en la cavidad oral. Cepíllate los dientes tras cada comida en un tiempo estimado en 2 o 3 minutos, haz uso de la seda dental o de los cepillos interproximales y emplea, si consideras oportuno, los colutorios tras el cepillado.
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Acude a las revisiones periódicas con tu dentista de confianza para revisar el estado de tu boca y detectar enfermedades periodontales o lesiones cariosas en estados avanzados. De esta manera, evitarás la formación de infecciones bucodentales.
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Realízate, al menos, una limpieza bucodental profesional al año. De esta manera, te asegurarás de tener tu boca en salud de por vida.
¿Tienes un flemón? Te esperamos en Avodent
Pese a todos estos remedios caseros anteriormente expuestos, lo más indicado es el tratamiento odontológico.
Por eso, no lo dudes más: si tienes un flemón que te está volviendo loco, lo mejor es que te pases por nuestra clínica dental en Alcobendas (Madrid).
En una primera cita valoraremos tu caso de manera gratuita y podremos darte un tratamiento adecuado para frenar las molestias derivadas de la formación del flemón.
¿Quieres pedir cita por adelantado? Puedes hacerlo rellenando este formulario o, si lo prefieres, llamando al 91 654 17 13. ¡Te esperamos!
