El flúor tiene numerosos beneficios para el estado de nuestros dientes. Eso sí: siempre que se haya administrado en las cantidades adecuadas. En caso contrario, estaríamos en riesgo de padecer fluorosis dental.
En el presente artículo trataremos de dar respuesta a las preguntas más frecuentes acerca de esta condición: por qué se produce, cómo tratarla y qué podemos hacer para prevenirla.
¿Qué es la fluorosis dental?
El fluoruro es un componente que remineraliza el esmalte y protege a nuestros dientes de la formación de caries dentales.
Sin embargo, debemos ser muy cautos y seguir las pautas de los dentistas: una exposición excesiva a este agente durante la etapa de formación de las piezas dentales puede provocar la afección de fluorosis.
La fluorosis es una condición del esmalte dental. Las personas que la presentan muestran decoloraciones en la superficie de los dientes tales como manchas o pequeñas estrías. Éstas varían en función del grado de severidad de la afección.
Esta condición es más frecuente en piezas permanentes que en dientes de leche. De manera general, son los niños menores a 8 años los que tienen una mayor predisposición a padecerla -especialmente entre el año y medio y los 3 años de edad-. Sin embargo, ésta no se hará presente hasta la edad adulta.
Causas: ¿a qué se debe la fluorosis?
El principal motivo asociado a la afección de la fluorosis es el empleo de pastas de dientes o colutorios a edades tempranas con una concentración de flúor superior a la indicada durante el proceso de formación de las piezas dentales.
Sin embargo, diversos estudios han constatado otros dos factores que pueden incidir directamente en la incidencia de esta condición:
- Por un lado, el consumo de agua en aquellas zonas en las que presenta una concentración de flúor superior a la recomendada -es decir, 1.5 ppm-, así como de alimentos que hayan sido procesados gracias a su utilización.
- Por otro, la ingesta de suplementos vitamínicos o nutricionales que contengan fluoruro o fluoruro tópico.
¿Cómo se manifiesta esta exposición excesiva al fluoruro?
Los síntomas típicos de esta condición dependen del grado de severidad de la afección del esmalte. En función de estas pautas, podemos establecer la siguiente clasificación:
- Estaremos ante un caso de fluorosis ligera cuando las piezas dentales presenten únicamente unas leves manchas blancas, prácticamente imperceptibles a simple vista.
- Denominaremos fluorosis leve cuando las manchas ocupan entre el 20 y el 50% de la superficie dental.
- La fluorosis moderada afectará a aquellas personas que presenten manchas que se extiendan en más del 50% de la superficie de la pieza.
- El caso más severo, conocido como fluorosis grave, supone ciertas fisuras y grietas en la superficie dental y afecta a la totalidad del diente.
Generalmente, el signo más evidente es la aparición de unas pequeñas manchas blancas en los dientes. Y recuerda que esto no tiene por qué ser un síntoma de falta de higiene, ni es una enfermedad dental. Es meramente una condición ligada al plano estético.
¿Cómo se diagnostica esta condición?
En algunas ocasiones, sus síntomas son tan discretos que pasan desapercibidos hasta que el paciente acude a una consulta de revisión.
Sin embargo, ante la presencia de manchas en el esmalte dental lo ideal es que el paciente acuda a un dentista de confianza.
De esta manera, podrá determinar cuál es el origen de estas decoloraciones en el esmalte y afirme que la causa de las mismas es una exposición excesiva al fluoruro a edades tempranas.
¿Qué consecuencias tiene la fluorosis dental para los dientes?
Como ya hemos afirmado, la fluorosis es una condición estética. Es decir, sus perjuicios recaerán sobre el blanco del esmalte de la sonrisa de quien la padece.
Sin embargo, en los casos más severos en los que los dientes presentan una superficie rugosa, esta condición puede suponer sensibilidad dental o una mayor predisposición a padecer caries dentales.
Tratamiento para la fluorosis
Hay distintos tratamientos odontológicos destinados a devolver la armonía a la sonrisa del paciente.
La elección de uno u otro dependerá del grado de severidad de la afección del esmalte, si bien todos tienen un mismo fin: recuperar la armonía en el esmalte dental.
En los casos más leves, bastará con recurrir a un procedimiento de microabrasión dental para devolver la estética a la sonrisa del paciente.
Este tratamiento consiste en una supresión de las manchas del esmalte gracias al pulido de la superficie mediante la aplicación de pasta abrasiva combinada con un ácido fosfórico.
Gracias a este pulido superficial -realizado en una o varias sesiones-, se recupera el blanco homogéneo de la sonrisa.
En casos moderados, se puede optar por un blanqueamiento dental para eliminar las manchas del esmalte.
En Avodent recomendamos el blanqueamiento dental combinado, que aúna la eficacia de las férulas blanqueadoras con la acción de una lámpara de luz láser.
Por último, en algunas ocasiones el blanqueamiento resulta inefectivo a la hora de devolver la estética a la sonrisa de los pacientes.
Por ello, aquellos que presenten decoloraciones más severas pueden optar por la colocación de carillas -unas finas láminas cementadas en la cara vestibular de los dientes- o, en su defecto, de coronas dentales.
¿Cómo garantizar una exposición correcta al flúor?
Si tienes hijos, es preciso que conozcas los efectos negativos que una exposición excesiva al flúor en edades tempranas puede tener para la correcta formación del esmalte dental.
Actos muy simples como respetar las pautas de los odontopediatras o consultar previamente a tu dentista de confianza a la hora de suministrarle un suplemento vitamínico a nuestros hijos pueden tener una repercusión muy positiva en su sonrisa.
Por ello, si quieres evitar la afección de fluorosis, te recomendamos seguir las siguientes recomendaciones:
- Emplear un dentífrico dirigido exclusivamente al público infantil, y evitar el uso de colutorios con flúor a edades inferiores a los 8 años.
- Comprobar que el niño no se traga la pasta dental ni el colutorio, en caso de enjuagarse.
- Administrar la cantidad adecuada de pasta de dientes al niño. Es decir, una leve capa para niños menores de 3 años y, en edades más avanzadas, la cantidad equivalente a un guisante.
- Conocer los niveles de fluoruro del agua potable de la zona en la que se habita, y consumir agua mineral en caso de que sean muy elevados.
- No administrar suplementos vitamínicos con alta concentración de fluoruro sin consultar previamente al odontopeadiatra.
Esperamos haber resuelto todas tus dudas con respecto a la posible aparición de manchas en el esmalte a causa de la fluorosis, y cómo debes proceder en caso de que observes estos síntomas.
Si quieres que nuestro equipo valore tu caso o el de tu hijo sin compromiso alguno, te invitamos a acudir a nuestra clínica dental en Alcobendas.
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