No creo que haya —al menos en cuestiones relacionadas con la salud— ni un solo padre que no quiera lo mejor para sus hijos.
Pues en odontología son muchos los tratamientos preventivos que pueden atajar problemas incipientes, antes de que empeoren y haya que utilizar medidas correctoras más agresivas.
La ortodoncia interceptiva es uno de esos tratamientos que sirven para prevenir las futuras malformaciones de los niños en su desarrollo dentario y maxilofacial, evitando de ese modo la necesidad de recurrir a tratamientos más complicados cuando crezcan y los problemas se agraven.
En este artículo te voy a explicar en qué consiste la ortodoncia interceptiva y por qué puede ser la mejor solución para que tu hijo tenga una sonrisa preciosa cuando sea mayor.
¿Qué es la ortodoncia interceptiva?
La ortodoncia interceptiva —también denominada como funcional— trata de facilitar el correcto crecimiento y desarrollo del hueso maxilar y de la mandíbula.
A grandes rasgos, este tipo de ortodoncia reconduce los huesos que se están formando en la boca y cara del niño para que se desarrollen adecuadamente. De esta manera, se evita que esos huesos provoquen con posterioridad problemas en la edad adulta como el prognatismo, el retrognatismo, los apiñamientos dentales,…
El desarrollo óseo —junto con malos hábitos infantiles como chuparse el dedo o colocar mal la lengua al tragar—, puede generar que los huesos maxilares se vayan posicionando de una forma incorrecta. Y si la situación no se ataja cuanto antes, es posible que termine generando malformaciones que solo podrían remediarse en la edad adulta con prolongados tratamientos de ortodoncia o mediante cirugía.
Sin embargo, si se coge a tiempo —cuando los huesos del niño están en pleno desarrollo y todavía son dúctiles—, es posible impedir ese crecimiento anormal. Gracias a la colocación de aparatos de ortodoncia, podemos interceptar y redirigir el hueso hacia su lugar correcto.
Ortodoncia interceptiva en niños
La edad perfecta para iniciar este tipo de tratamientos son los 7 años, cuando ya han aflorado los paletos frontales definitivos. Por otra parte, que el límite máximo para colocar la ortodoncia interceptiva se podría fijar en los 11 años.
A partir de esa edad, la ortodoncia funcional pierde gran parte de su eficacia, ya que los huesos del niño se van fortaleciendo.
Esta es la razón por la que los brackets comienzan a usarse a partir de los 12 o 13 años. A esta edad, el niño ya ha mudado todos los dientes de leche y comienzan a aflorarle los dientes definitivos. Es en este momento en el que empiezan a observarse los apiñamientos más importantes.
Por otra parte, muchos de los tratamientos de ortodoncia interceptiva suelen combinarse posteriormente con el uso de brackets. Este paso se da conforme el niño va madurando y sus huesos y músculos del sistema maxilofacial se van asentando.
Diferencia entre ortodoncia preventiva y correctiva
Antes de explicarte cómo son los distintos tipos de ortodoncia interceptiva para niños, conviene hacer una distinción clara entre la ortodoncia preventiva y la correctiva:
- Ortodoncia preventiva: su misión es evitar desviaciones. Para ello, hay que diagnosticar y actuar antes de que el problema surja. Solo cuando se detecta la posibilidad de una malformación, entonces entra en juego la ortodoncia preventiva, que siempre tiene que actuar en combinación con técnicas de corrección de malos hábitos del niño.
- Ortodoncia correctiva: en caso de que no se haya evitado la malformación, entonces habrá que proceder a la corrección del problema. Suele ser más habitual en pacientes jóvenes y adultos, que no fueron tratados preventivamente de niños. En este caso, el tratamiento suele ser más largo y molesto, puesto que los huesos son más duros que durante la infancia.
Tipos de ortodoncia interceptiva
Dependiendo del problema que se quiera corregir, habrá que recurrir a uno de estos tratamientos:
- Máscaras de tracción extraoral: dispositivo que no provoca dolor, cuya misión es estimular el desarrollo del hueso maxilar o de la mandíbula, mediante una presión originada exteriormente en el mentón y en la frente del niño. No son prótesis fijas que deban llevarse continuamente; y si se es constante en su uso, en menos de un año el problema de maloclusión puede haberse solucionado.
- Disyuntor y expansor palatino: para corregir problemas de paladar como el paladar hendido o el ojival es necesario colocar este tipo de expansores o disyuntores en la zona del paladar que está desarrollándose anómalamente.
Los principales problemas que soluciona la ortodoncia interceptiva en niños
Si tu hijo se encuentra entre los 7 y los 11 años, es fundamental que le lleves a las revisiones periódicas en las que podemos comprobar si el desarrollo maxilofacial es correcto.
En caso de que tu hijo tenga el paladar estrecho, los dientes incisivos superiores salidos hacia fuera (como los de un conejo), mordida cruzada, prognatismo (o su opuesto, el retrognatismo), respire por la boca, se chupe el dedo, coloque mal la lengua al treguar, tenga alguno de los dientes definitivos excesivamente separados o demasiado juntos, probablemente haya que colocarle una ortodoncia interceptiva.
Por eso, si vives en la zona de Alcobendas y San Sebastián de los Reyes, lo mejor es que te pases por Avodent con tu hijo para que le hagamos una revisión.