El protector bucal puede ser un gran aliado a la hora de conservar todos los dientes en perfecto estado en caso de que practiques algún deporte de contacto.
Y es que, en muchas ocasiones, acuden a nuestra clínica dental pacientes que han sufrido una avulsión dental o que, por el contrario, se les ha roto un diente tras recibir un fuerte golpe en la boca durante un entrenamiento o un partido.
En el presente artículo queremos que conozcas si debes emplear un protector bucal o no, cómo debes usarlo o cuál es el mejor en tu caso.
¿Qué es un protector bucal?
El protector bucal es una férula que se coloca en la boca del paciente. Gracias a su uso, se consigue amortiguar el impacto de los posibles golpes que una persona puede sufrir en la boca durante la práctica de un deporte de contacto.
La función de este aparato es la de proteger los dientes, de manera que gracias a su empleo se eviten posibles fracturas o avulsiones dentales.
¿En qué deportes está recomendado su uso?
A este respecto, la Sociedad Española de Odontología del Deporte (SEOD) realiza una doble distinción entre deportes de alto riesgo y de riesgo medio.
En primer lugar, considera deportes de alto riesgo para la estabilidad de las piezas dentales el boxeo, las artes marciales – karate, taekwondo- y otros deportes de equipo como el fútbol, el baloncesto, el hockey o el rugby.
Por otro lado, deportes acuáticos como el waterpolo o con probabilidades de sufrir una caída como la equitación o el patinaje están considerados de riesgo medio.
Por lo tanto, el uso de protectores bucales está recomendado siempre que practiques alguno de los deportes citados anteriormente.
Es importante recalcar esta recomendación deben seguirla personas de todas las edades, tanto adultos como niños.
Y es que una fractura de un diente de leche o una avulsión también reviste consecuencias negativas para la erupción de las piezas definitivas.
¿Qué tipos de protectores bucales para deportistas existen?
Actualmente, podemos distinguir tres tipos diferentes de protectores: estándar, semi-adaptables y los realizados a medida.
A continuación, describiremos las cualidades de cada uno de ellos.
Protectores estándar
Estos protectores bucales están realizados en un material flexible, muy blando, para que sean aptos de usar por todos los usuarios.
De manera habitual, se comercializan en grandes plataformas online o en farmacias y parafarmacias.
Estos protectores están fabricados siguiendo unas medidas estándar. Sin embargo, la boca de cada paciente es diferente. Por ello, es habitual que no se ajusten debidamente a la arcada dental y se caigan mientras se practica deporte.
Además, no suelen amortiguar los golpes de manera eficaz, a diferencia de otros protectores realizados a medida.
Férulas semi-adaptables
Los protectores semi-adaptables van fabricados en un material termoadaptable. Es decir, que una vez el paciente se ha colocado la férula en la boca, ésta se moldea a su forma gracias a la aplicación de calor.
Puedes comprarlos en grandes plataformas de venta online o marketplaces, o en farmacias y parafarmacias.
Protectores bucales a medida
Estos aparatos se fabrican completamente a medida de la boca del paciente en una clínica dental.
Para ello, el odontólogo tomará unas primeras impresiones de su boca. En Avodent, optamos para ello por el uso del escáner intraoral iTero con el fin de evitar los molestos registros con alginato.
Posteriormente, estas impresiones se enviarán al laboratorio protésico, donde fabricarán el protector a medida y lo enviarán de nuevo a la clínica.
Estas férulas se realizan tanto para la arcada superior como inferior, de manera que, al cerrar la boca, los dientes de ambas no estén en contacto.
Son tremendamente cómodos para los deportistas, que no deben preocuparse en absoluto por su correcta posición durante la práctica deportiva.
¿Cuál es el mejor?
A este respecto, la Sociedad Española de Odontología del Deporte (SEOD) es muy clara: el mejor protector bucal es el fabricado a medida.
Éstos son los más eficaces y los más fiables a la hora de frenar las consecuencias de los golpes típicos de la práctica de deportes de contacto.
Y es que, al adaptarse perfectamente a la boca del paciente, protegen por completo las piezas dentales y los tejidos blandos, y amortiguan debidamente los golpes.
Además, se mantienen en su sitio a pesar de estar practicando deporte y respetan la oclusión del paciente.
De igual manera, debes saber que las férulas semi-adaptables son una solución intermedia entre los protectores estándar y los realizados a medida. De hecho, su uso está recomendado en pacientes que practiquen deportes de riesgo limitado.
Además, son los más adecuados para pacientes que se estén sometiendo a un tratamiento de ortodoncia. Y es que, a lo largo del procedimiento, los dientes alcanzan posiciones diferentes y la morfología de la boca es cambiante.
Por ello, un protector adaptable resulta una solución más económica que el paciente podrá cambiar con más frecuencia a medida que avance el tratamiento. Eso sí, si practicas un deporte de riesgo alto, te recomendamos emplear un protector a medida una vez hayas finalizado el tratamiento.
Por el contrario, en Avodent no recomendamos bajo ningún concepto el uso de los protectores estándar por dos motivos diferentes:
- No amortiguan correctamente los golpes, por lo que en la mayoría de los casos su empleo suele resultar ineficiente
- Pueden desprenderse durante la práctica del deporte en cuestión, suponiendo molestias para los deportistas
¿Cómo usar un protector bucal?
El protector bucal es de uso muy sencillo: bastará con que el deportista lo posicione en su boca durante la práctica deportiva.
Poner un protector bucal no reviste ninguna complicación, pues se adapta perfectamente a la arcada.
Una vez finalizado el entrenamiento, el combate o el partido, deberá retirarlo de la boca.
Es importante que mantengas en todo momento una muy buena limpieza de la férula. Y es que, en caso contrario, podrías introducir bacterias indeseadas en tu boca o provocar malos olores del protector.
Por este motivo, debes lavarlo antes de ponértelo con agua tibia, jabón y un cepillo de dientes -de hecho, los hay especiales para limpiar las prótesis dentales-.
Es importante que no sustituyas el jabón por pasta de dientes, pues su uso podría afectar a la tonalidad transparente del protector.
Además, debes enjuagar la férula siempre que la retires de la boca y la guardes en la caja diseñada para ello.
Por último, puedes usar las pastillas empleadas para limpiar prótesis dentales para asegurar una limpieza óptima del protector. Para ello, sumerge el mismo en agua y añade la pastilla limpiadora.
Esta práctica al menos dos veces al mes puede ayudar, además, a alargar el tiempo que dura el protector en perfecto estado y, por lo tanto, su tiempo de uso.
¿Cuánto cuesta un protector bucal?
El precio de las férulas de protección bucal es muy variado, en función de si el paciente opta por uno estándar o, por el contrario, por un protector realizado a medida.
Tanto los estándar como los semi-adaptables son productos asequibles. Su precio oscila entre 8 y 30 euros, aproximadamente.
Por el contrario, los realizados a medida tienen un coste más elevado. Por lo general, un protector bucal a medida vale unos 150 euros.
Es cierto que puede parecer un precio muy alto, pero a la hora de decantarte por uno u otro debes tener en cuenta también la efectividad del protector y los años que éste durará intacto.
Espero haber resuelto todas tus dudas respecto a los protectores bucales. Si quieres acudir a nuestra clínica dental para que valoremos tu caso y te aconsejemos cuál es el que más se ajusta a tus necesidades, no dudes en ponerte en contacto con nosotros.
Para concertar una primera visita gratuita, puedes llamar al 91 654 17 13 o, si lo prefieres, rellenar el formulario de nuestra página web. ¡Te esperamos!