Lo primero que debemos afirmar es que el mal aliento o halitosis no es una enfermedad. Si acaso, puede llegar a ser síntoma de otra dolencia pero en sí misma no pasa de ser simplemente una situación desagradable.
No obstante, la halitosis es especialmente embarazosa ya que son los demás los que deben advertir del desagradable olor de la boca de quien la padece. Efectivamente, no podemos oler nuestro propio aliento (eso de ponerse la mano delante de la boca exhalando sirve de poco, la verdad) así que debemos esperar a que alguien cercano nos advierta.
De hecho lo más normal es que sea “muy, muy cercano” ya que tampoco socialmente está bien visto informar a alguien con quien no tenemos mucha confianza de que le huele el aliento así, sin más.
Lo más normal: El «aliento mañanero»
Es algo que nos pasa a todos, con más o menos intensidad y que no tiene nada que ver con problema de salud alguno. Lo que ocurre es que la saliva, que de forma habitual durante el día enjuaga y lava nuestra boca arrastrando con ella comida y olores, disminuye en su flujo durante la noche mientras dormimos.
Con la disminución de líquido la boca comienza a secarse y las células muertas se pegan a la lengua y al interior de las mejillas. Todas las bacterias que tenemos en la boca comienzan a utilizar estas células como comida y en el proceso expelen compuestos que provocan el tan habitual aliento mañanero. 😀
Pero hay otras causas que también pueden influir como por ejemplo:
- Una higiene dental deficiente. No sólo por poco frecuente sino también porque se haga de forma inadecuada, puede dejar partículas que se descompongan en la boca.
- Infecciones de las encías o todas aquellas que tengan que ver con el periodonto.
- Infecciones del tracto respiratorio: de garganta, de senos nasales, de pulmón…
- Comida y otras causas externas: café, tabaco, ajo, cebollas…
- Boca seca que puede ser causado por problemas en las glándulas salivares, por medicación o simplemente por respirar por la boca.
- Enfermedades físicas o psíquicas (diabetes, sinusitis, reflujo intestinal, pseudohalitosis…)
¿Se puede consultar por la halitosis a tu dentista de confianza?
Pues claro. Durante una consulta normal tu dentista puede advertir el problema e investigar en tu historial médico para descubrir las posibles causas que puedan estar provocando el mal aliento o la boca seca que lo causa.
Lo más normal es que también haya preguntas sobre la dieta, hábitos (tabaco) o cualquier otros síntomas incluidos cuándo se notó el mal aliento y por quién.
También será de lo más normal un exámen de dientes, encías, tejido bucal y glándulas salivares así como una comparación del olor dependiendo de si el aire sale por la nariz o por la boca.
Acabado el examen tu dentista puede aconsejarte acudir a tu médico de familia para que indaguen en la causa que provoca el mal aliento si sospecha que puede deberse a una dolencia de otro tipo o recomendarte la especialidad odontológica adecuada (periodoncia, por ejemplo) para el caso de que la probable razón del mal aliento sea exclusivamente bucal.
En todo caso y quitando las razones obvias que el sentido común dicta que provocan mal aliento, no está demás que acudas a tu dentista de confianza si tienes dudas de qué lo está causando pese a tener una higiene y dieta normales.
Como ya sabes, en Alcobendas y alrededores tu dentista de confianza lo tienes en Avodent, donde estaremos encantados de atenderte y responder todas tus dudas.