– ¿Te pusieron anestesia?
– No, sólo me sedaron.
Esta es una conversación bastante común cuando alguien se interesa por nuestra última visita a la consulta del dentista. Pero realmente ¿qué es la sedación consciente? Intentaremos darle una respuesta clara en este post.
A pesar de que la tecnología dental ha hecho que las técnicas de hoy día sean virtualmente indoloras, la ansiedad y el miedo al dentista aún mantiene a mucha gente alejadas de las consultas y acuden a ellas sólo y únicamente en casos de extrema necesidad.
Para este tipo de personas, la anestesia local no es suficiente para eliminar los factores psicológicos que hacen temer la situación a la que se van a enfrentar. Administrar un sedante es con frecuencia un buen método para lograr mantener la calma durante la sesión.
Efectivamente, la sedación consciente es una excelente forma de afrontar el clásico “miedo al dentista” para que el profesional pueda hacer su trabajo de la mejor manera posible. Gracias a este procedimiento se logra un estado de relajación sin somnolencia que no sólo elimina cualquier señal de dolor sino que te permitirá estar consciente para responder cualquier cuestión que el profesional pueda formular mientras trabaja y seguir sus instrucciones.
Por ello la sedación consciente se convierte no sólo en una forma de garantizar un estado adecuado para el tratamiento sino en una opción muy válida para reforzar la relación dentista-paciente mientras se actúa en la boca de este.
La sedación en dos palabras (la consciente… y la no tanto)
Hay varios tipos de sedaciones dentales usadas para tratar los diferentes grados de ansiedad. Cada tipo logra ponerte en un estado concreto, clasificado en función de la relajación que se logra tras suministrarlo.
Así hablamos de sedación ligera cuando aplicamos una cantidad mínima. Simplemente estás relajado y a la vez despierto y atento a lo que te rodea.
Más intensa es la sedación moderada. Con ella permanecerás consciente mientras dure el procedimiento que sea, pero probablemente no recordarás mucho de lo que pasó una vez haya acabado. Eres capaz de comunicarte… pero lo más normal es que te sientas bastante grogui y el hablar no sea claro. Algunos pacientes simplemente se duermen con esta sedación pero se les despierta fácilmente.
La sedación profunda logra un estado de semi o total inconsciencia durante la sesión y lo más normal es que no encaje dentro del tipo de “consciente”. Con este tipo de sedantes, es necesario esperar a que sean eliminados o revertidos con otro elemento para recobrar la consciencia, la cual, por tanto tarda más en llegar.
Así que en cuestión de consciencia, debemos jugar en los términos de la ligera y moderada.
¿Cómo se administra el sedante?
Pues hay varias formas:
La sedación por inhalación: El clásico ejemplo de este tipo de sedación es el gas de la risa u óxido nitroso se considera una forma ligera de sedación y se administra a través de una máscara sobre la nariz por la que se inhala y luego se expele por la boca. Cuando la actividad ha acabado, el gas no deja prácticamente efecto alguno y la recuperación es casi inmediata.
La sedación oral: Se trata de la administración de un fármaco administrado por vía oral y cuyos efectos dependen de su composición. Suele ser una píldora tomada un rato antes de llevar a cabo el procedimiento que se vaya a realizar. Normalmente serás capaz de responder lo que te vaya diciendo tu dentista, pero te sentirás bastante somnoliento. También necesitarás a alguien que te lleve a casa porque no podrás conducir. Por último, aunque son raros, pueden darse efectos secundarios como náuseas o vómitos.
Sedación intravenosa: En cuanto a sus efectos son como los de la oral, salvo en la rapidez de sus efectos, que es mucho más rápida. Este tipo de administración permite al dentista ir ajustando el nivel de sedación durante el procedimiento.
En Avodent, en Alcobendas, administramos la sedación apropiada a cada paciente dependiendo de sus características y necesidades. Siempre con las máximas garantías y asegurando en todo momento la tranquilidad y el confort de nuestros clientes. Para cualquier duda sobre esta u otras cuestiones no dudes en ponerte en contacto con nosotros o concertar una cita. La primera consulta es gratuita.