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La mejor opinión sobre un blanqueamiento dental

Luis tiene 41 años y trabaja como piloto en una importante compañía aerea.

Se preocupa por su imagen, cuida su alimentación y va regularmente al gimnasio (casi siempre aprovecha los gimnasios de los hoteles cuando tiene que dormir fuera de casa).

Pero tiene los dientes manchados de tabaco y nicotina.

Por mucho que ha intentado dejar de fumar, nunca ha aguantado más de dos semanas.

Y lo del café es caso a parte, ya que él piensa que lo necesita para mantenerse despierto.

Su problema es que siempre ha sido muy dormilón y sus intempestivos horarios no le ayudan a descansar correctamente: mientras que hoy empieza a volar a las 4 de la mañana, al día siguiente, tal vez por culpa de un vuelo largo o por los retrasos, no consiga llegar a su casa antes de las 12 de la noche.

Pero antes de seguir hablándote sobre Luis, te voy a contar cuál es el problema que le trajo hasta nuestra consulta: Luis quería blanquearse los dientes porque estaba harto de que los remedios naturales no funcionasen.

Los malos hábitos que oscurecen los dientes

Nada más aparecer por la clínica, comprobé que el único problema odontológico de Luis era que sus dientes se le habían ido amarilleando por culpa de los malos hábitos.

Aunque últimamente había reducido su dosis de tabaco —según confesó él mismo—, en otros tiempos había llegado a fumar hasta una cajetilla de tabaco al día, que junto con las 8 o 9 tazas de café diarias que consumía le habían puesto amarillos los dientes.

Desde la estricta prohibición de fumar en los aviones, había reducido mucho la cantidad de tabaco. Pero aunque fumaba menos que antes, daba la impresión de que hubiese sustituido los cigarrillos de menos por cantidades aún mayores de café.

Y el café le estaba dejando unas feas manchas negras en algunas zonas de su dentadura.

Luis aseguró que había probado todo tipo de remedios caseros y que se lavaba los dientes con pasta blanqueadora 4 veces al día. Pero la apariencia de sus dientes no mejoraba.

Remedios caseros que no sirven para nada

Luis se encontraba desesperado.

Siempre se había considerado un hombre de voluntad férrea, que conseguía todo lo que se proponía, pero no ser capaz de controlar esos vicios le causaba desasosiego.

Y el hecho de que aquellas costumbres le estuviesen fastidiando su imagen le generaba una enorme frustración que le empezaba a afectar también en sus relaciones sociales.

Por curiosidad le pregunté cuáles eran los remedios naturales para blanquear los dientes que había utilizado y el me detalló los siguientes.

Lavarse los dientes con bicarbonato

Durante un tiempo, mezclaba un poco de bicarbonato de sodio con su pasta de dientes, ya que había leído en Internet que servía para blanquear los dientes.

Evidentemente no había conseguido los resultados esperados, pues estaba en nuestra clínica solicitando un tratamiento profesional.

De hecho, esta costumbre no solo no es eficaz, sino que puede llegar a ser peligrosa si se abusa de ella, porque el bicarbonato destruye el esmalte dental.

Zumo de limón con sal

Cuando supo que el bicarbonato podía ser perjudicial, cambió su pasta de dientes casera por otra elaborada a base de zumo de limón mezclado con sal.

Pero a parte de no servirle para nada, le expliqué que tampoco es bueno abusar de los cítricos. La razón es doble: además de dañar el calcio de las piezas dentales, el cepillado con ácido cítrico puede agredir asimismo la capa de esmalte de los dientes.

Las hojas de salvia

Confiando todavía en la sabiduría popular, Luis probó a frotarse hojas de salvia directamente sobre los dientes, pensando que tras aquellos restregones sus dientes volverían a verse blancos.

Por supuesto, aquello tampoco funcionó.

La máxima satisfacción siempre se consigue con un blanqueamiento dental de carácter profesional

Tras una exploración inicial, le propuse a Luis que se sometiese a un blanqueamiento dental realizado directamente en la clínica.

La obsesión de este piloto era que su trabajo apenas le dejaba tiempo para poder hacer el tratamiento.

Entonces le tranquilicé explicándole que mediante el blanqueamiento dental con luz LED Zoom WhiteSpeed de Phillips apenas se perdía tiempo y el tratamiento era completamente efectivo.

Aquello le convenció del todo; y en ese mismo momento procedí a hacerle una limpieza dental y a tomarle un molde de su dentadura para fabricar las férulas que hacen falta para aplicarse el gel desensibilizante.

Al día siguiente volvió a recoger las férulas y le di cita para la semana posterior, debido a que tenía programado un salto transoceánico del que regresaría 3 días después.

Las noches anteriores al día fijado para el blanqueamiento, Luis se puso las férulas con el gel con el objetivo de preparar sus dientes para que el efecto blanqueador fuese más profundo.

Y el día fijado, durante 3 sesiones de 15 minutos, le apliqué otro gel blanqueador a base de peróxido de hidrógeno cuyo efecto fue potenciado mediante la luz LED Zoom de Phillips.

Para culminar el proceso, le entregamos otro gel fijador del blanqueado que durante tres noches más debería colocarse con las férulas proporcionadas previamente.

La sonrisa de oreja a oreja de Luis

Quince después del blanqueamiento, volví a citarle en la clínica para comprobar cómo había sido su evolución.

Y Luis llegó dando saltos de alegría.

Se encontraba pletórico porque él mismo podía ver en el espejo la evolución que había experimentado su boca: su sonrisa era luminosa, brillante y blanca.

Pero todavía se puso más contento cuando le mostré las fotos que había tomado durante la primera consulta, ya que la transformación había sido espectacular.

En aquella última cita también me aseguró que había dejado de fumar y de tomar café, ya que para no echar a perder la acción del gel yo le había prescrito que evitase todo tipo de sustancias que manchen los dientes.

Tras leer este artículo, puede ser que todavía te queden dudas.

Si es así, pásate por Avodent —en la calle Constitución, 6, de Alcobendas—, y allí te informaremos en profundidad sobre los blanqueamientos dentales. Además también podrás conocer de primera mano como son nuestros tratamientos y otras opiniones de nuestros pacientes.

No olvides que la primera consulta es gratis.

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