El flemón dental -también conocido como absceso- es una de las urgencias dentales más comunes. Y, por experiencia como odontóloga, puedo decirte que es muy frecuente que aparezca en el peor momento.
Para que te hagas una idea, en más de una ocasión han pasado por nuestra consulta novios a punto de casarse que tenían la cara hinchada por culpa de un flemón.
Por no hablar de otro clásico de los flemones inoportunos: el de los opositores que, poco antes del examen definitivo, se encuentran con un doloroso absceso dental que les provoca fiebre y les impide hablar con claridad.
De una forma u otra, el flemón dental requiere de un tratamiento inmediato por parte de un dentista cualificado que evitará muchas complicaciones futuras.
Hoy hablamos de los flemones y de cómo tratarlos para evitar prolongar en el tiempo un dolor innecesario.
¿Qué es un flemón dental?
Un flemón dental -también conocido como absceso- es una acumulación de pus a causa de una infección originada en el interior del diente, en la pulpa dental.
Al no encontrar salida, el área afectada se inflama, se produce un pequeño bulto -o depósito de pus- que causa muchas molestias.
Es importante que, ante los primeros síntomas, el paciente acuda a su dentista de urgencia. En caso contrario, la infección puede seguir avanzando hasta alcanzar el hueso que sirve de soporte de los dientes.
Tipos de flemones dentales
En el campo de la Odontología, distinguimos diferentes tipos de flemones en función de la zona en la que se acumule el pus.
De esta manera, podemos establecer la siguiente clasificación:
- Flemón gingival: es aquel que aparece en las encías, sin afectar a los dientes ni a las zonas de unión entre las piezas y la encía.
- Flemón periapical: en estos casos, el absceso se produce en el interior de un diente o muela.
- Flemón periodontal: una enfermedad periodontal en estado avanzado -periodontitis- sin controlar puede dar lugar a la acumulación de pus en la zona del ligamento entre el diente y la encía.
La zona en la que aparece el flemón nos da una pista sobre cuál es el origen de este absceso.
¿Por qué sale un flemón? Posibles causas
En la mayoría de las ocasiones, el flemón aparece por culpa de una caries extensa sin tratar o por problemas derivados de una enfermedad periodontal.
En ambos casos, este tipo de molestias podrían minimizarse en gran medida si se llevasen a cabo las visitas periódicas preventivas al dentista.
En ellas, los odontólogos estudian la posible aparición de caries y se vigila que la gingivitis y la periodontitis estén bajo control.
Además, los flemones también pueden salir después de sufrir un traumatismo dental que abre una vía para que las bacterias que se acumulan en los dientes y muelas se depositen en el tejido gingival.
Flemón sin dolor: ¿es posible?
El síntoma más obvio de la formación de un absceso es la aparición de un bulto formado por la acumulación de pus.
Sin embargo, este absceso no suele quedarse un único síntoma aislado. Y es que la formación de un flemón sin dolor es muy poco habitual.
De hecho, tal y como comentaba anteriormente, es una de las afecciones bucodentales más dolorosas.
Síntomas de la formación de un absceso
Generalmente, quienes tienen un absceso dental suelen padecer, además de la formación de un bulto, las siguientes molestias:
- Deformación de la cara en la zona donde ha aparecido el flemón.
- Dolor muy agudo en los dientes, de intensidad variable, como si se produjeran pulsaciones en las que aumenta mucho el dolor en oleadas periódicas.
- Sensibilidad a los cambios de temperatura bruscos, por ejemplo al tomar bebidas o comidas muy calientes o muy frías.
- Dolor al masticar y dificultades para abrir la boca debidamente.
- Dolor en el oído y en la garganta.
- Inflamación de los ganglios de la garganta.
- Fiebre y malestar general.
- Halitosis y mal sabor de boca o amargor.
¿Cómo desinflamar un flemón?
Si estás padeciendo los síntomas típicos de tener un flemón, debes acudir de urgencia a tu dentista de confianza. Y es que estos abscesos son una de las urgencias dentales más comunes.
Sin embargo, partimos de la base de que los flemones suelen llegar en el peor momento posible. Por ello, conviene que conozcas las dos formas diferentes en las que puedes tratarlos y aliviar sus molestias.
Remedios caseros para flemones dentales
Aunque es fundamental recibir de inmediato asistencia dental a cargo de un profesional, puede ser que el flemón dé los primeros síntomas en mitad de la noche o un domingo y que las clínicas estén cerradas.
Si el dolor es insoportable, puedes hacer alguna de estas cosas:
- Reducir la inflamación con hielo, colocándolo envuelto en un trapo o gasa húmeda y aplicándolo en la zona donde ha aparecido el absceso dental.
- Para combatir la infección sin usar antibióticos, puedes hacer enjuagues de agua tibia con sal.
De cualquier forma, incluso aunque se obtenga cierta mejoría de forma puntual, estos remedios caseros no frenan el proceso infeccioso y no son, por lo tanto, un sustitutivo del tratamiento en el dentista.
¿Cómo tratan los dentistas los flemones?
En primer lugar, a la hora de poner un tratamiento adecuado para eliminar un flemón, el dentista debe determinar cuál es su origen para combatir la infección.
Por ello, para evitar complicaciones o que el flemón vuelva a aparecer en un futuro, conviene conocer cuáles son las causas que lo han provocado.
De este modo, además, se podrá aplicar posteriormente un tratamiento específico.
De manera general, una vez se ha descubierto el origen del flemón se produce la eliminación de la infección antes de solucionar el problema de fondo.
De esta forma, distinguimos dos estadios diferentes en el procedimiento que llevará a cabo el odontólogo en estos casos.
En una fase inicial del tratamiento, el objetivo será atajar la infección. Para ello, el dentista recetará un tratamiento a base de antibióticos específicos. Además, si el dolor es muy agudo es probable que prescriba analgésicos y antiinflamatorios.
En una segunda fase, el dentista se centrará en la solución del problema de fondo. En este caso, cuando se haya desinflamado el flemón, el odontólogo tiene que proceder a erradicar el problema que lo generó.
Por ejemplo, si es una caries el origen del problema, la solución idónea puede ser la realización de una endodoncia y una reconstrucción posterior de la pieza.
En caso de que la pieza no pueda recuperarse, se hará necesaria la extracción de la misma.
Si, por el contrario, el absceso se ha producido como consecuencia de una enfermedad periodontal en estado avanzado, un tratamiento periodontal será el más adecuado.
¿Tienes un flemón y no sabes que hacer?
Esperamos que, tras leer este artículo, sepas que lo más importante para curar cuanto antes tu flemón es la visita al dentista.
Por lo tanto, si vives en Madrid y estás cerca del área de Alcobendas o San Sebastián de los Reyes, estaremos encantados de atenderte para reducir cuanto antes las molestias de ese dichoso flemón que está fastidiando todos tus planes.
Puedes pedir tu cita de urgencia llamando al 91 654 17 13 o, si lo prefieres, rellenando el formulario de contacto de nuestra página web. ¡Te esperamos!